miércoles, 10 de octubre de 2012

Juli ¡Qué grande!

Tarde de emociones, run-run en la plaza, llenazo de tardes importantes, vuelve Padilla entre figuras un año después de la tragedia que le costó la pérdida de un ojo en este mismo albero. Ovación de gala cuando los matadores saltan al ruedo, que se repite para Padilla en solitario que, serio, circunspecto, hace saludar a sus compañeros de terna. Se pone la piel de gallina a los más sensibles y para no bajar la tensión se va Padilla a la puerta de chiqueros continuando con un toreo a la verónica muy coreado por el respetable. Con los palos está más ortodoxo que nunca, a excepción del par llamado al violín. El brindis llega al equipo médico de la plaza de toros y con la muleta en la mano se vuelve a hincar de rodillas para continuar en los medios muy dispuesto. Es tarde de luchar contra uno mismo, de tragar paquete. El toro tiene un buen pitón derecho y por ahí está mas a gusto Padilla, ya que por el izquierdo está a punto de ser prendido. Tarda en cuadrar porque gazapea el toro y coloca una entera en buen sitio que le sirve para cortar una oreja.

El segundo ha sido devuelto a los corrales por inválido y corre turno saliendo el que iba a ser quinto, del mismo hierro, y no se deja torear por el capote de El Juli como le hubiera gustado al matador, parece enfadado el torero y se hace el silencio. El toro y su matador en el centro del anillo. El animal se rebrinca y por el izquierdo quiere coger, así que El Juli tiene que emplearse demostrando profesionalidad mientras acorta las distancias antes de pinchar hondo y descabellar dos veces. Silencio.

Alejandro Talavante también se quiere reivindicar y se va esperar a su enemigo a porta gayola manejando, posteriormente, el capote con suavidad. Cuando toma la muleta, el toro se amorcilla y parece cojear de los cuartos traseros por haberse lesionado una vértebra, por lo que el torero debe hacer uso de la espada sin más dilación. Pincha, el toro se cae y lo levanta Talavante que acierta con media que sirve. Al final bronca al presidente, pitos al toro y silencio al matador.

Ante el cuarto se ajusta Padilla con el percal y maneja los palos con soltura. El primer par cuarteando, el segundo de dentro a fuera y el tercero al violín, estando a punto de ser prendido en el remate, antes de recibir una cariñosa ovación que precede al brindis a Adolfo Suárez Illana. Aquí se olvidó del público de Zaragoza, siempre tan pendiente.

El toro se desplaza y el torero está muy responsabilizado. Lo prueba por ambos pitones pero no hay acople, llegando la ovación en un desplante. Suena la banda de música y el público le obliga a parar. Después Padilla se enrabieta y tira los tratos en el remate de una tanda muy jaleada. Mata de una entera algo desprendida que le vale para cortar una oreja con fuerte petición de la segunda.


En quinto lugar sale el sobrero de Garcigrande, bien presentado, con el que Julián López se luce a la verónica concluyendo con un bello remate de rodillas. El toro es un "tío" pero claudica, escarba en la suerte de varas y desarrolla peligro en banderillas. El Juli no se achanta y le planta cara en los medios aunque sólo puede sacarle medios muletazos. Por el izquierdo el torero baja la mano y lo lleva de largo, tomando altura la faena. Todo al natural. Como la vida misma. El toro ya se ha entregado y es bueno hasta por el pitón derecho. ¡Qué faena señores!, no se puede torear ni con más temple ni con la mano más baja, pero lo pincha antes de una estocada entera. ¡Qué lástima!, solamente recibe una oreja que sabe a poco.

Mis compañeros de tendido, que no han callado en toda la tarde: El extremeño, que vive encantado en Zaragoza, hermano de la ingeniera y el hijo de mi compi de RNE. Dos fenómenos.

Cuando sale el sexto, a Talavante se le ve deseoso de triunfo y se emplea en los medios con más ganas que colocación. Está muy al hilo del pitón. No hay continuidad, el público se enfría y falta química, además no mata bien y recibe un aviso antes de descabellar varias veces. Silencio.

El empresario Ríos y el Vice de la Peña Taurina de Ateca


Al abandonar la plaza se pasea a Padilla a hombros sin poder salir por la puerta grande al necesitar cortar dos de un mismo toro según el reglamento aragonés.

Ficha del festejo:
Enrique González El Bayas y Ríos

Plaza de Toros de Zaragoza. 7ª de abono. Casi lleno. Toros de Daniel Ruiz Yagüe: mal presentados y de juego aceptable 1º, 4º, y 6º, siendo el mejor el sobrero de Garcigrande (en las manos del Juli), para:

Juan José Padilla: oreja y oreja con fuerte petición de la segunda


Ríos y el gran Campillo ¡Casi ná!

 El Juli: silencio y oreja

Alejandro Talavante: silencio y silencio tras aviso.

2 comentarios:

  1. El "Fino" supongo yo que hoy te invitará a comer... Por el publireportaje digo.

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  2. Ya te haré fotos a ti otro día, que te fuiste en el moemnto clave jaja

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