domingo, 29 de agosto de 2010

Rafaelillo, un jabato entre santacolomas

Hoy era la última corrida de la Semana Grande. Traca final con los santacolomas de José Escolar que han salido muy bien presentados pero faltos de casta, reservones algunos, noblotes otros, sin entregarse ninguno y dejando en mal lugar al encaste que tanto cuesta colocar en los circuitos. Hoy les ha faltado fondo bueno, como se dice ahora. Con este material complicado y tan poco apto para el lucimiento el veterano legionario venido de los tercios de Flandes y curtido en mil batallas como es El Fundi no se ha dado coba, ni con el malo ni con el regular. Demasiado listo este torero para dejarse echar mano por un marrajete de estos que le "fabrica" su suegro. El Fundi ha matado la corrida y santas pascuas, cuando toque a por otra que hay que pagar la hipoteca.
El león de la tarde ha sido Rafaelillo, agudo, temerario, sin importarle pagar con sangre sus osadías y a fe que ha estado a punto de que le abrieran un glúteo como un melón. No pasa nada, pantalón vaquero y a las barricadas de nuevo, a por el quinto, y ahí se las ha visto con el toro más importante de la tarde, con su punto de nobleza pero con mucha guasa porque no tenía ni un pelo de tonto. Y ahí estaba Rafael, ya vale de Rafaelillo, tizona y pañosa en mano, jugándose las femorales y lo que hiciera falta, como un gladiador ante su enemigo en el Coliseo Flavio, con esa honradez que les falta a tantos, aspirando esa gloria que sólo les está permitido a los que los tienen como el caballo del Espartero y el Espartero juntos. Ha matado de una gran estocada a la que le ha sobrado el pinchazo previo y el descabello posterior por lo que ha dado la vuelta al ruedo con todos los honores conquistados por su bizarría y hombría.
El tercero era Morenito de Aranda que se ha justificado ante dos ejemplares de nulas opciones, uno por parado y otro por inválido. Lo ha intentado pero no hubo forma.
En general la corrida no ha servido y bien que siento decir esto de unos toros que llevan genes santacolomeños, pero la verdad no tiene más que un camino. Lo que espero es que el encierro de hoy se quede en un negro lunar y los demás que lidie Escolar le embistan.

Ponce se reivindica en Bilbao ante una seria corrida del Puerto de San Lorenzo



Ayer era tarde de emociones en Vista Alegre. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo de la muerte de Manolete un 28 de agosto de 1947 y Enrique Ponce hacía el paseíllo número 50 en ese coso. Y la tarde no defraudó, con sus amarguras y sus grandezas, pues la ganadería del Puerto de San Lorenzo salió exigente, mucho, como para una reválida de esas de antes. Toros de Salamanca, la cuna del saber, que examinaron a los toreros aprobando únicamente Ponce. ¿Por qué se creen que lleva tantos años en figura del toreo en un mundo donde nadie pone ni quita nada?. Porque es el toro quien decide y el público soberano quien sanciona. Ponce con sus defectos, que los tiene y muchos, pasará a la historia como uno de los más grandes toreros que ha dado la tauromaquia. Y muchos que van a las plazas se darán cuenta de ello cuando no esté, por eso hay que estar a la que salta, porque si no perdemos la pieza. Yo escucho a muchos aficionados que si Ponce aburre, que no emociona...tópicos. A Ponce no se le puede comparar con nadie, quizá por lo que yo he leído con Joselito el Gallo, por su cabeza, su conocimiento de los toros, su afición y su regularidad. Ayer lo demostró: Su primero volvió a querer ser Ponce en la versión toro. Listo. Además apretaba por los adentros y buscaba los tobillos como los holandeses a los españoles en la final del Mundial. Y firmaron tablas. Ponce no pudo con el pupilo de Lorenzo Fraile, pero tampoco el toro le mojó la oreja a él. Lo mejor vino en el cuarto, un gran toro salmantino, noble y bravo al que le costó entender al maestro que llevaba el automático y no se atrevía a pasar de 120 km/h en la autopista, pero en el ultimo tercio de la faena el valenciano se enroscó en una serie de circulares que reventaron el Baratillo por su temple y su plasticidad. Luego vinieron unas tandas genuflexas, enseñando los muslos, y algún pase de pecho interminable. La Catedral de Bilbao rugía y su comunión con el torero era total. Le perdonaban que con la mano izquierda la faena no hubiera llegado al aprobado. En esos momentos le querían dar las dos orejas, pero llegó la hora de matar y ahí Ponce tiene el vicio de apuntar al rincón para aliviarse en el embroque. Yo creí que el torero se tiraría por arriba pero craso error, el resultado fue de sartenazo en toda la regla. La espada cayó baja dirán algunos y yo añado que sólo se quema quien se acerca al fuego. La muerte del excelente toro fue rápida y el público quería entregar dos trofeos, perdonaba la ausencia de izquierdas y la puntería en la suerte suprema y ahí tuvo que llegar Matías, no el juez de línea sino el juez de plaza que dirían los mejicanos, para poner orden en una plaza de primera, con mucho prestigio pero de público cada vez menos exigente. Una oreja dijo el usía, al que todo el mundo llama únicamente por su nombre -Matías- como si lo conocieran de toda la vida, mientras personajes paniaguados y de escasos conocimientos taurinos, por lo que se deduce de sus palabras, lanzaban sus diatribas contra el Presidente por no conceder la segunda oreja, quedando en evidencia. Qué grandes ocasiones pierden algunos para estar callados. Al final justicia, oreja de ley, esta sí que es ganada a peso, para Ponce y emocionante ovación y reconocimiento del respetable que vivió momentos únicos, grandes, irrepetibles y que podrán contar en el futuro que ellos estuvieron en Bilbao la tarde del 2010 en la que Enrique Ponce revalidó crédito y le cortó un trofeo a un gran toro del Puerto de San Lorenzo.

Segundo y quinto eran para Diego Urdiales, que cogía la sustitución del lesionado Perera por haberle cortado una orejita a un anovillado ejemplar que salió con el hierro de Victorino. Y no pasó el examen. Su primero fue un inválido con el que nada se podía hacer, pero ante el quinto el torero enseñó sus cartas, que son pocas por cierto. El toro era un tío de seis años que sabía tanto latín que parecía proceder de la Pontificia Salmantina y Diego demostró no saberse las declinaciones. Eso sí, no le perdió la cara e incluso lo quiso torear y ahí viene el suspenso del tribunal, ese toro no había que torearlo sino lidiarlo y como no lo hizo el riojano, el pavo le echó mano y todo quedó en un susto con visita al sastre para arreglar el descosido. Se justificó el torero, valiente estuvo si se quiere, pero deberá volver en septiembre con los conocimientos de la lidia aprendidos.

El tercero del cartel era Iván Fandiño, torero vizcaíno, de Orduña, a un paso de Bilbao, al que anunciaron con figuras pero que no sabía que lo del Puerto venía pidiendo los papeles de la Facultad. Y el torero no los llevaba, por eso ante el tercero estuvo mal, un toro que no se entregaba pero al que el torero tampoco puso firmes. El morlaco le marcó la línea y el vasco, que no se trevió a cruzarla, se escudó -según él- en las nulas opciones de su oponente. Y salió el sexto, otro torazo bien armado al que recibió a portagayola quizá porque en el fondo sabía que con el anterior había estado por debajo de sus condiciones, el toro apuró y cazó al banderillero Mario Romero cuando se metía al burladero, profesional que se había librado hasta dos veces de la cornada en toros anteriores por estar mál colocado pero que esta vez no tuvo tanta suerte. Con la muleta Fandiño cometió el mismo error que Urdiales, estar valiente pero querer torearlo en lugar de lidiarlo y ahí el San Lorenzo no falló, cornada en el muslo y al hule junto a su banderillero. Entonces llegaron momentos de pánico en la plaza pero salió Ponce y disipó dudas con sus conocimientos de tauromaquia, macheteo sobre las piernas, lidia a lo antiguo y estocada. De diez.

Si salieran muchas corridas de toros así habría una limpia en el escalafón insospechada. Con Zalduendos y similares los mediocres tienen cabida.

sábado, 28 de agosto de 2010

Tarde negra en Bilbao, como sus arenas



No estaban los dioses a favor y los círculos no se cerraban ayer en Bilbao, como diría el artista aragonés Sergio Abraín. Cartel similar al del día anterior, sólo cambiaba Ponce por Morante pues repetían Juli y Manzanares, pero fue suficiente para que no se vendieran todas las localidades. ¿Por qué será? ¿Por qué con Ponce sí y con Morante no? ¿Eso quiere decir que las buenas gentes se decantan por la máxima figura de la técnica y del conocimiento en lugar de por el pontífice supremo del arte y hasta del valor? ¿Prevalece Joselito a Belmonte?. Misterios sin resolver. Lamada a Íker Giménez para que nos dé la clave pues no puede ser que la diferencia venga de que un día se corrían los del Ventorrillo y otro los de Zalduendo.

Fuera por lo que fuere la tarde resultó plúmbea. A Morante le devolvieron sus dos zalduenditos por inválidos, con buen criterio presidencial (la verdad es que no le quedó otro remedio porque el remolón ya se hacía), y se las vió con dos de Torrealta que no dieron opciones. El maestro se vino abajo y como no sabe taparse ni dar pases por pasar el tiempo fue injustamente tratado. Ojo con este torero señores, no vayamos a acabar con el único capaz de sublimarse en una tarde de inspiración.

El Juli anduvo sin toros, pues sus dos zopencos tenían poca casta y menos recorrido. Eso sí, Don Julián estuvo con cabeza, descruzado y descargando la suerte aunque porfión. No sé, no sé.

Y Manzanares, también con dos del hierro de la Z con poca clase, navegó un poco a la deriva, muchos pases, intentándolo, tandas cortas, toreo accesorio y dando hasta dos largas cambiadas con el capote. Pero al final nada de nada, ni toros ni toreros. Bingo.

Ateca y Ariza presentan su oferta taurina





Ateca y Ariza son dos poblaciones que están en la ribera del río Jalón, limítrofes ya con la vecina y castellana Soria. Taurinamente tienen su hueco porque llevan años, e incluso siglos, organizando festejos de toros. Su afición es importante y programan espectáculos de interés con la inclusión de corridas de toros cuando la buchaca está llena, firmando importantes hitos en sus haberes como la corrida concurso que tuvo lugar en Ariza hace unos pocos años donde salieron ejemplares difíciles de ver por estos pagos aragoneses por su trapío como ese primero de Hernández Pla que le hizo pasar lo suyo al Renco, o esa corrida de Ateca en la que El Bayas despachó un lote de Martínez Benavides en unión de Miguel Rodríguez en una tarde en la que el mayor protagonista fue el empresario pastelero.

Para este año han programado dos novilladas económicas, siendo de las escasas localidades de Aragón que opta por este tipo de espectáculos tan importantes para dar salida a los nuevos que empiezan. El responsable de los festejos en Ateca es Ignacio Ríos, que repite después de haber hecho las cosas bien la temporada pasada. Este año ha montado un dos para dos con erales de La Tahona (El Burgo de Ebro) como triunfadores del año 2009 para el 8 de septiembre con Manuel Bautista y Manuel Cuenca en el cartel.

Entre tanto, Ariza, ha dispuesto un festejo mixto para el día 11 de septiembre con erales de Los Maños (Luesia) para el rejoneador Óscar Gaona y la novillera Milagros del Perú.

Esperemos que acuda público a los espectáculos pues el esfuerzo de ambas localidades por mantenerlos en sus respectivas programaciones es importante. Ambas compran reses de ganaderos aragoneses y apuestan por la cantera. Los carteles de Ateca se presentarán el próximo día 1 de septiembre a las 8 de la tarde en los salones del Centro Polivalente de la localidad con entrada libre y gratuita y al finalizar se servirá un vino de honor.

jueves, 26 de agosto de 2010

Entretenida la sexta de Feria en Bilbao



No quedaron billetes para ver a Ponce, El Juli y Manzanares. Ya tenemos una referencia de los gustos del público: Figuras, al menos hoy ha sido así en Vista Alegre. Alegría para la empresa Chopera y también para el público que como ya no exige tanto se conforma con menos. Todo es cuestión de oferta y demanda.

El encierro elegido por los de arriba del escalafón era del Ventorrillo, puro Domecq, bien presentado, guapos de estampa pero criados al límite de la bravura para no molestar a los maestros que corren más a gusto detrás que delante del toro. Y por eso, porque se ajustan tanto los niveles de la casta en la selección, la mansedumbre está a un paso, como en esos municipios que están tan juntos que una acera pertenece a uno y otra al vecino, así estaba hoy la bravura-mansedumbre de los ventorrillos, entre Pinto y Valdemoro. Y con este material el yerno de D. Victoriano está como pez en el agua. Su primero tenía su punto de guasa, era listo, una especie de Ponce en toro, y buscaba las medias y lo que tocara del maestro de Chiva, que se ha compuesto y ha tirado de pico hasta que la espada le ha caído baja. Cada día más baja. Con el cuarto me ha gustado más, ofreciendo una labor técnica embraguetándose con un manso de manual que se quería ir. Ahí el valenciano le ha enseñado a El Juli cómo se torea un toro de esas carácterísticas: Tapando la salida, bien colocado y toreando en los terrenos que pedía el toro y sin dejarle pensar. Ha habido momentos de antitoreo, todo hay que decirlo, pues que el toro no quiera embestir y el torero le obligue, no debería ser lo habitual, pero dado que hay mansos en las ganaderías también habrá que saber hacerles frente como lo ha hecho quien fuera el niño Ponce, pero que llegado el momento de matar, al torero le pasa como al Ventorrillo con la bravura, que está tan al límite apuntando al rincón, que casi siempre el resultado final es de bajonazo. No obstante el público le ha pedido trofeo y el presidente, muy parcial, no se lo ha concedido. No se debe acordar del que regaló ayer a Urdiales con el frescué de Santurce, pero el torero está por encima de eso.

El Juli se las ha entendido, o no, con otro manso del hierro anunciado en primer lugar y su error ha sido querer torearlo a contraquerencia, pues el toro en cuanto veía hueco se iba a las tablas. Supongo que luego viendo torear a Ponce el cuarto, que tenía similar dosis de bravura, habrá tomado nota. El quinto no lo he visto, pero mis compañeros de "tendido" en el Bianco me han dicho que era un sobrero de Ortigao Costa con el que Julián ha estado templado y poderoso con la mano derecha sobre todo, pero que la espada le ha caído baja y que por eso ha paseado únicamente un despojo.

Y Manzanares, tercero en concordia, ha estado bien pero no rotundo. Ha tenido dos toros que se han dejado y que él ha consentido mucho, sobre todo al tercero, hasta hacerlo embestir en faena de menos a más pero que no ha refrendado con la toledana, cosa que sí ha hecho en el sexto y que por eso también se ha llevado su oreja. Ahora, que nadie piense en muletazos largos por abajo en tandas de seis, que no los ha habido.

Por todo ello, en conjunto, lo menos malo casi se convierte en medio bueno y el no aburrimiento se transforma en diversión. Ha habido cosas pero no se ha redondeado faena alguna. Me quedo con la impresión parecida al que tiene sed, le ofrecen un vaso de agua y se lo quiten en el primer descanso para respirar tras el primer sorbo. Algo así.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Victorinos de segunda división en Bilbao



Una escalera compuesta por dos sardinas de Santurce en unión de cuatro feos que se asemejaban algo más a lo que fue la ganadería de Victorino antes de que le saltara la cerca un morucho e hiciera un desaguisado es lo que hemos visto hoy en una plaza como Bilbao.

Este año los ganaderos no han querido ir a Madrid con buen criterio, pero deberían quitarse también de otras plazas de importancia, si bien no toda la culpa la tienen padre e hijo sino quien contrata el nombre del hierro sin reparar en el contenido. La Feria de Bilbao se gusta en denominarse del toro, pero ayer los pitones de los de Joselito y hoy las hechuras de los victorinos ponen en entredicho a quienes organizan el cotarro queriendo llevar la fama mientras otros les cardan la lana.

Al fin y al cabo todo son trapisondas y martingalas de quienes viven parasitariamente de la fiesta pero el respetable ya se está orientando, ayer con cartel de figuras no se llegó a los tres cuartos del aforo y hoy con los victorinos y una terna de mucho tirón en Bilbao no ha habido más de media. Tomen nota quienes sólo viven de hacer caja que se acaba el chollo antes de que los antitaurinos nos encorran a gorrazos por esas plazas de Dios.

La primera sardineta de astifina cuerna ha sido para Padilla. La falta de casta y sosería por el izquierdo y la peligrosidad manifiesta por el otro pitón han empujado al espada a tirar por la calle de en medio. Nada que objetar. El cuarto ha sido el mejor toro, noble, pastueño y de buen tranco que fue recibido por el jerezano a porta gayola para continuar con una larga cambiada de rodillas. Aquello se calentaba y subía la temperatura en banderillas, pero con la muleta hemos topado. Cites fuera de cacho en abundancia con algún detalle suelto ha sido la tónica general y es que hay toros que tienen mala suerte en los sorteos, aún así oreja al canto.

Diego Urdiales se las ha visto con la otra sardina presuntamente de origen santacoloma y ha planteado una faena con muchos muletazos y ninguno bueno, pese a lo cual el bondadoso público de Bilbao le ha concedido un trofeo. Ese toro, perdonenme los de la Feria del Toro, era de plaza de tercera y ha sido aplaudido en el arrastre, sin tener casta ni trapío. A qué jugamos. En quinto lugar ha salido un ejemplar de más de 600 kilos pero poco agraciado de cabeza y con pocas posibilidades, todo hay que decirlo. El de Arnedo ha estado delante, bastante desconfiado y pare ud. de contar.

El Cid se las ha visto con dos ejemplares de aviesas intenciones. El sexto no le ha dado opciones y con el tercero, que pedía los papeles del camión, se le ha visto más seguro que otras veces aún sin terminar de rematar su actuación. Su nivel ha sido aceptable, no se ha dejado ganar la partida por sus enemigos y ha estado por encima de sus compañeros en oficio y resultado artístico pese a no haber tocado pelo.

martes, 24 de agosto de 2010

Buena corrida de Joselito en Bilbao



24 de agosto de 2010. Hoy, en la 4ª de la Feria de Bilbao, se lidiaba un encierro con los hierros del Tajo y La Reina, propiedad de José Miguel Arroyo "Joselito" y con cartel plagado de figuras: La cosa prometía y más con Morante en nómina. Así pues, había que buscar un lugar para ver la corrida, por lo que nos hemos decidido por el bar Bianco, en la calle Martín Cortés, donde un grupo de "mohicanos" entre veterinarios, miembros de la Peña Taurina del Carmen y demás especímenes en estado de prerreservistas, nos hemos hermanado en torno a una LG de varias pulgadas.

En conjunto lo más destacado de la tarde ha sido el encierro que ha enviado el señor Arroyo que venía precedido de éxitos recientes, y en verdad que no ha decepcionado sino todo lo contrario. Cuatro toros bravos (2º, 3º, 4º y 6º) en los tiempos que corren ya es de titulares, y más si el sexto ha mostrado nobleza y bondad e incluso excelente tranco para hacer el toreo más actual, el que les gusta a las figuras, puesto que con los otros tres había que ponerse el mono de faena, someter y lidiar, virtudes tan en desuso que los matadores actuales saben que existen porque se lo han contado los mayores, razón por la cual, ninguno de los tres espadas ha obtenido el triunfo que toreros no tan de antaño y ya de fotos en color, como Camino, Puerta y El Viti hubieran logrado. Completaba sexteto un inválido que debió ser devuelto y que ha salido el primero y otro sosote y con poca codicia por la falta de casta, que ha pisado plaza en quinto lugar, echando por tierra el dicho del bueno que sale detrás del cuarto. Quizá lo más negativo ha sido el estado de los pitones de varios de los toros lidiados que se partían y escobillaban con demasiada facilidad, no sé si por falta de calcio o exceso de hierro. Eso lo tendrá que corregir el ganadero.

En cuanto a los toreros, Morante ha estado regular. Con el que pedía la UVI no se podía hacer nada que no fuera devolver la parte correspondiente a los aficionados que han pagado su entrada pues el producto adquirido no estaba en buen estado, y ante el bravo cuarto lo ha intentado el de la Puebla del Río sin arrugarse pero sin resultados estéticos relevantes. Nos quedamos con una media (verónica) de antología para el recuerdo.

Castella ha naufragado ante el bravo segundo, desbordado y camuflado entre enganchones. El inicio de faena ha sido trepidante con un pase cambiado por la espalda y lo demás agua. Con el quinto malo tampoco estuvo como debía, así que "menos bien" más "menos bien", igual a mal.

Cerraba terna Leandro sustituyendo a Cayetano, y no podrá decir que no ha tenido mimbres para confeccionar el cesto. Con el bravo tercero no se ha entendido, pues no está acostumbrado a lidiar toros de estas características; y con el noble sexto, que se ha templado el animal solo y mucho más en el último tercio, ha firmado los mejores muletazos de la tarde, largos y cadenciosos, profundos, pues el toro exigía mucho menos. Pero llegada la hora de matar se le ocurre a Leandro colocarlo en la suerte equivocada, llevando la contraria a la razón taurina que indica que a los toros bravos se les busca la muerte en la suerte natural, pero como los toreros de ahora matan donde bien les parece, pues en lugar de volcarse al morrillo a suerte o verdad, lo ha hecho en la suerte contraria para obtener un sartenazo atravesado y feo que se ha llevado las orejas del toro al desolladero y la posibilidad de arreglar lo que resta de temporada. De los errores también se aprende y en el pecado está la penitencia.

viernes, 13 de agosto de 2010

Un toro de Partido de Resina gana la corrida concurso de Huesca



Media plaza escasa por ver la innovación de una corrida concurso en Huesca. Una ruina para la empresa que se suma a las ruinas de días anteriores. ¡Quien lo iba a decir, cemento en la recoleta Huesqueta!, pero ya lo vamos anunciando, o desaparecen los "lobbys" o las mafias taurinas, como queramos llamarlos, y llega la emoción a las plazas y torea quien se lo merece o la Fiesta dejará de interesar a quien todavía nos interesa. Torean siempre los mismos, lidian unos pocos ganaderos con prácticamente un solo encaste, las empresas están en manos de cuatro y las figuras se llevan una pasta gansa sin torear apenas lo que siempre se han llamado toros, además no llevan público a las plazas y no se quitan ni de los cosos de tercera no vaya a despuntar alguno y haya que repartir. En fin, ¿qué hará al año que viene en Huesca la empresa Matilla-Zorita si este año con una Feria bien planteada en términos generales no ha acudido público? ¿Se le echará la culpa a la crisis que no habla? ¿Pensará alguien en traer ganaderías que tengan un fondo de bravura -alguna en el campo tiene que haber- y que venga a matarlas quien quiera ya que las figuras no empujan al personal a buscar el boleto?, ¿Seguiremos igual y más tembleque a la hora de cuadrar balances o se hará algo que mueva al respetable?. No es fácil. Que se tomen su tiempo, al fin y al cabo sus dineros se juegan. Nosotros por nuestra parte seguiremos diciendo lo que vemos, que es más de lo mismo en cualquiera de las plazas aragonesas por donde vamos, siempre con los matices correspondientes y la categoría de cada localidad que pisamos.

Por ello, hoy en Huesca hemos vuelto a tirar de oficio para aguantar las dos horas y media sentados en el tendido atendiendo a lo visto, un conjunto encuadrado entre lo muy poco y la nada. En primer lugar ha saltado a la arena un ejemplar de casta Gallardo de Pablo Romero ahora denominada la ganadería Partido de Resina. Guapo y noble que se ha arrancado cuatro veces al caballo desde muy lejos, aunque una de ellas al relance. Como el piquero ha tenido que rectificar le ha metido seis veces las cuerdas, por eso ha llegado muy acabado a la muleta. Padilla hoy estaba sin estar en él. Ha sido desarmado en el primer lance de capote y luego torea sin ganas con el percal por lo que está a punto de ser atropellado. Comparte banderillas con Ferrera, el numerito de siempre, y en la muleta el torero se muestra muy desconfiado con el toro que tiene el defecto de echar la cara arriba. Una sombra de sí mismo. De media un punto caída y dos descabellos acaba su labor el jerezano siendo silenciado.

El cuarto de la tarde, segundo de D. Juan José, era un toro soso, bobalicón, sin fondo de bravura propiedad de Adolfo Martín, bien presentado, serio y con cuajo, un tío de casi seis años que ha entrado tres veces al caballo andando cadenciosamente. El animalito no tiene un pase, va y viene tras el pico de Padilla que sin facultades se queda a merced de su oponente y está a punto de ser cogido hasta en dos ocasiones. Finaliza pinchando en terreno natural y cobra una entera en buen sitio en la suerte contraria, recibiendo la callada por respuesta de un público bondadosísimo.

Ferrera, D. Antonio, ha sorteado en primer lugar un ejemplar mal presentado de Prieto de la Cal, que aprieta en el capote de salida y que dobla en el jaco a las primeras de cambio, entrando tres veces en total sin querer hacerlo de verdad. Ante el inválido becerro se monta otra vez el show banderillas y Padilla, que hoy no estaba en lo que celebraba, ha sido encunado e indultado por el prietito de la correspondiente cornada. El toro es soso y tiende a meterse por los adentros. Un toro Prieto azabache por negro y parcheado en el lomo que nunca debió salir en una concurso pues no servía ni como sobrero de una de rejones. Pincha Ferrera dos veces antes de encarnar el estoque por completo y se le silencia.

En quinto lugar salía uno de Fuente Ymbro de poquita cara que ha soportado tres puyazos con dignidad arrancándose de lejos y queriendo medir al jaco. Con los palos se ovaciona al matador con fuerza en el tercer par, al quiebro, y a partir de ahí la faena resulta anodina, por debajo de las condiciones de un toro dispuesto a colaborar si el torero no hubiese estado siempre mal colocado. Toreo de altura el ejecutado por Ferrera, y no por su profundidad sino por la colocación de la mano. La firma la echa con un espadazo hasta las péndolas que le vale una oreja, ¿le vale?.

Se presentaba en Huesca Luis Bolívar con uno del Conde de la Corte, fuera de tipo, que aguanta tres varas y un simulacro de una cuarta. Con ganas de agradar el torero inicia su labor con dos muletazos cambiados por la espalda que despiertan al durmiente sol. Mucha voluntad derrocha el espada pero de calidad ni uno. La estocada le cae muy baja pero el público lo quiere premiar con un trofeo.

El último toro pertenecía al santacolomeño hierro de Ana Romero, bastorro de estampa que consigue ir tres veces al piquero con despaciosidad. El ejemplar es noble pero sale de los embroques con la cara un tanto alta. Con él Bolívar está vulgar. Pases y más pases, circulares agarrado a los lomos y martinetes a tutiplén. Un calvario, como el de la empresa en la taquilla. Se despide de Huesca el torero con un estoconazo un punto tendido y trasero por lo que tiene que descabellar. Es avisado y silenciado al final.

Trofeos: El premio al mejor toro ha sido para el del Partido de Resina, el mejor picador para Dionisio Grilo en su labor ante el segundo, y la mejor brega para Roberto Bermejo, ese lujo que se permite Ferrera en su cuadrilla.

jueves, 12 de agosto de 2010

Lo que el viento se llevó



Efectivamente, hoy hemos visto en Huesca lo que el viento se llevó que es, nada más y nada menos, la esencia de la Fiesta. Y es que el público ya no distingue entre lo bueno y lo malo, acude a la plaza virgen de conocimientos básicos, o adulterados por el adoctrinamiento de algunos medios de comunicación que se empeñan en demostrar que lo malo es aceptable, lo mediocre pasa a bueno y lo bueno, por inusual, casi es desapercibido, por lo que nada se protesta y todo vale. Un chollo. No se valora la verdad en la Fiesta y los de dentro buscan el acomodo. Nada que objetar mientras se lo permita quien paga la entrada. Pero cuidado cuando llegue el día que se rompa la tradición de ir a los toros, gusten o no, por ser fiestas. No se mima la cantera de la afición y a las viejas glorias del tendido menos. Todos estamos avisados. No miremos para otro lado.

Huesca tiene una plaza alegre, con el sol repleto de peñistas y una sombra de gran tradición taurina. Hasta ahora el día del patrón se llenaba, pero ya no. Este espectáculo cuesta dinero, no digo que sea caro, y no estoy seguro de que el producto que se ofrece a cambio esté en consonancia. Hay que cuidar la Fiesta y buscar un poco de originalidad.

Y digo esto porque hoy hemos tenido en Huesca otro festejo infumable, donde lo único que se ha premiado han sido las benderillas de El Fandi. Preocupante.

Han salido al ruedo seis toros con cuatro hierros, aunque en realidad de dos propietarios, El Capea y Domecq:

1º y 5º de San Mateo, los dos han saltado al callejón, no han tenido fuerzas, se ha rebrincado el uno y ha mostrado nobleza el otro.

2º y 4º de San Pelayo, nobles ambos, bravo y con transmisión uno y sosito el de la merienda.

3º de Zalduendo: noble y con movilidad suficiente.

6º de Carmen Lorenzo, bien armado, con cuajo pero inválido.

Con este material, El Cid, que sustituía a Rivera Ordóñez, ha toreado a su primero a la verónica sin ángel hasta rematar en la boca de riego. Tras cobrar un puyazo trasero el sanmateo no ha recibido un solo muletazo aceptable. El toro no ha sido bueno en la pañosa y ha caído de una trasera atravesada con vómito de efecto rápido. Se silenció a Manuel Jesús.

El cuarto ha manseado de salida y ha soportado otro puyazo en mal sitio. Pases a manta llenos de vulgaridad pero que expolean a la Banda que se arranca con un pasodoble. Entre tanto El Cid dicen que se va encontrando a sí mismo. Pincha dos veces en la suerte contraria al noble toro que acepta, como es lógico, un espadazo en la suerte natural, por lo que se ovaciona al de Salteras.

El Fandi ha sorteado al mejor toro del encierro, codicioso de salida y bravo en la muleta. Se le aplaude en palitroques por tres pares vulgares y con la muleta está por debajo del buen toro de San Pelayo que le gana la partida en más de una ocasión y que iba y venía con alegría. Acaba El Fandi de entera desprendida y recibe por lo dicho oreja con petición de la segunda. Ahí es nada.

Al quinto lo recibe el granadino con una larga cambiada y lo lleva al jaco por chicuelinas al paso. Se le ovaciona en banderillas, sobre todo en el "Dos en Uno", y con la muleta realiza una faena voluntariosa, sin calificar, pues el toro dobla constantemente. Al final mandanga ante las Peñas, desplantes, rodillazos y demás destoreo accesorio. Pincha en suerte contraria al noble animal y descabella después. Como gusta su labor, afloran los pañuelos y oreja al canto.

Y el tercero en concordia era para Cayetano, el único domecq de la tarde, lo pican mal, y con la muleta el nieto de Ordóñez es molestado por el viento, por lo cual, lo más jaleado de su faena son unos derechazos mirando a las Peñas y un desplante de rodillas. Pero aquello no funcionaba. Cuando ve que la cosa no arranca se va al refugio de la solanera y se marca dos estatuarios ligados con un trincherazo y el de pecho. Pincha al natural y cobra una entera y tendida en la suerte contraria, siendo silenciado y previamente avisado.

Con el que cerraba plaza ha estado a punto de ser prendido recibiendo un pitonazo en la mano izquierda. En la muleta el toro de Dª Carmen se viene abajo estrepitosamente. El burel no se tiene en pie y Cayetano allí andaba, de pase en pase y esperando que corriese el reloj. Todo sobraba mientras el respetable, sobre todo el del sol, ya pensaba en coger las de Villadiego para ir al Festival Osca Rock. Con entera desprendida pone la rúbrica Cayetano a una tarde más que gris, siendo silenciado. Eso sí, fotos se ha hecho unas cuantas.

Y de momento Perera manda en el cotarro de Huesca. Y solo queda una.

miércoles, 11 de agosto de 2010

¡Qué tarde nos han dado entre todos!



Hoy hemos asistido a una tarde soporífera en Huesca, de bostezo y sueñecito, aunque hay que decir que alguno se lo ha debido haber pasado bien, pues han pedido las orejas. Estábamos unos tres cuartos del aforo para ver un encierro de Zalduendo, procedencia Jandilla, que no tiene nada que ver, por supuesto, con sus antiguos orígenes navarros, pues el señor Domecq compró el hierro pero varió el contenido, y estos toritos han salido bobalicones, noblotes, de fuerzas escondidas y justos de casta. En fin, como se esperaba.
En primer lugar debía torear Finito, que vino porque lo apodera la empresa de aquí (Matilla) y en los primeros lances ya ha dejado claro que tonterías ni una, se desconfía pronto y deja su labor en manos del subalterno. A continuación el piquero se emplea con abuso de su posición para que el torete moleste poco. Con la muleta Finito se muestra de derechas y ante la nada suena la música. Todo es caricaturesco y el toro se raja hasta que muere de pinchazo yéndose de la suerte el de Sabadell antes de la media curroromerista. Silencio respetuoso tras aviso.
Ante el cuarto Finito ha hecho el ridículo. Así de simple. Con la franela en la mano hace como que compone pero ya no se echa ni gomina en el pelo. El torero tenía el cuerpo en Huesca y el alma errante. Pincha antes de lograr una entrada y vuelve a ser respetado con el silencio.
Yo a Finito lo admiro porque lo he visto torear muy bien tiempo atrás, pero lo que está haciendo desde hace ya unas cuantas temporadas es impropio de quien ha sido figura del toreo.
El Juli venía a Huesca con la vitola de tirar del carro de este mundillo. Ha estado voluntarioso en su primero toreando por verónicas, que después de lo visto a su antecesor parecían mejores de lo que eran. Con chicuelinas al paso ha dejado al astado en suerte, quitando por tafalleras llevando muy embarcado al toro. El respetable le sigue pidiendo que coja los palos pero quien los pone con dignidad es el Niño de Leganés. Con la muleta toda una lección de toreo desapretado con la diestra y abuso del pico. La cosa sigue con enganchones por el izquierdo y medios muletazos. Ya en los redondos con parón se aburre el toro y se raja, muriendo en la suerte contraria yéndose de la línea recta el maestro. Oreja.
Al quinto se lo deja muy crudo en el caballo, pero su labor resulta del todo anodina, brillando únicamente en un trincherazo con mucho sabor. Ahora el torero está más académico que en el anterior pero la tarde ya se había roto presa del aburrimiento. Al final más redondos que hacen despertar al público. Cobra una entera hasta la bola tras pinchar y logra otra oreja. No se quejará el Juli de Huesca.
Cerraba cartel Manzanares, otro torero de la Casa Matilla. Ante su primero ha logrado muletazos de gran plasticidad pero de poco lucimiento por las escasas y mermadas cualidades del toro después de una voltereta. Se para el burel y el alicantino opta por los redondos. ¡Todos igual, qué le vamos a hacer!. Acaba su labor el torero de una enorme estocada hasta la bola que le vale una oreja.
El sexto es picado muy trasero. El público hasta el gorro del invento hace la ola pasando de lo que ocurre en el ruedo. El torero se pone serio ante el bullicio y la Banda sigue tocando por otro lado, en fin, como en el camarote de los hermanos Marx. Entre tanto, Manzanares le quiere dar importancia a su labor pero todo se desluce pues incluso pincha dos veces antes de descabellar. Al final silencio tras aviso y el público corriendo en busca de la calle.

Perera marca su territorio ante los maestros




Ayer era 10 de agosto, día de San Lorenzo mi patrón, y no se llenó la plaza de toros como en años anteriores, pues con algo más de tres cuartos del aforo cubierto echaron a andar las cuadrillas, posteriormente y antes de romperse el desfile se leyó un manifiesto a favor de la fiesta de los toros y contrario a la prohibición en Cataluña. Ahí las Peñas se vinieron arriba y siguiendo la costumbre del último mundial cantaron lo de "Español, español..." y el "Viva a España" en claro apoyo a la Fiesta.

Para el evento inaugural de los sanlorenzos 2010 se eligió un encierro de Juan Pedro Domecq, chico, noble, soso y descastado, como les gusta a las figuras sin que el público proteste. Esto está así.

Abría cartel Enrique Ponce y a su primero dio muchos pases entre el calor de las Peñas. Abusó del pico, medios muletazos con cierta plasticidad y pocas apreturas. Ponce en su versión más populista, dando hasta rodillazos jaleados por los del sol. Un trincherazo bueno antes de la suerte suprema, contraria, trasera, tendida y caída le valió para llevarse una oreja de su oponente, un toro de poco fondo, justo de fuerzas, noble y como prefabricado en la cadena Domecq. Al final nadie se levantó del asiento ni se tiró de los pelos. Que salga el siguiente.

El cuarto, noblón, fue picado en múltiples lugares del lomo en una suerte desastrosa. Eso trajo consigo que el toro se parase y el de Chiva sacase el pico (de cigüeña) por el derecho y diese pases a manta (como el riego en Ateca, a manta) por el izquierdo. Todo desemocionante: las Peñas merendando, la sombra mirando el reloj y el toro pidiendo un cura. De pinchazo y media con derrame termina todo y se silencia la labor del maestro. Otra vez será

El Tato se presentaba en Aragón después de su retirada y sorteó en primer lugar un toro noble pero soso, descastado y un punto rebrincado. Con el capote dio una buena media de remate y su labor con la muleta tuvo poco contenido con la diestra y algo más por la siniestra. No se quisó ir al refugio de las Peñas y mató de estocada baja con derrame, siendo ovacionado.

El quinto se lo brindo a Ponce, un toro bien armado, noble pero soso. Debió torearlo a media altura y se lució en muletazos suaves con la muleta armada, luego vino la versión verdiblanca de hinojos con redondos completos y desplante tirando los trebejos. No había más, se lanza en la suerte contraria y pincha, a continuación receta una delanterilla y caida que provoca vómito. Se le pide la oreja que el Presidente no concede y El Tato da la vuelta al ruedo.

Cerraba terna Perera y ante su primero, un toro anovillado, feo de pitones y muy noble, se luce en un quite por chicuelinas rematado con una revolera despaciosa ligada con el de pecho a una mano. Inicia su labor con un pase cambiado por la espalda, mayestático, escalofriante el segundo y un tercero para descreidos. Torea suave, despacio, con mucho gusto, con la virtud del temple. Redondos de toda clase con arrimón final, quizá abusando del nobilísimo juanpedro entre gritos de ¡torero, torero!. Se equivoca y se lanza en la suerte contraria, pincha en hueso, resbala el acero y se convierte en una fea atravesada y baja con derrame. Se lleva una oreja.

Ante el toro de la jota, un ejemplar tan noble como justo de fuerzas, quita por tafalleras ligadas con gaoneras para rematar con un afarolado inverso y la revolera correspondiente. En los inicios de muleta atornilla los pies y receta una buena tanda por el izquierdo. Se hace todo, se coloca el mismo los toros con la muleta por la espalda. Quiza se pone encimista, pero enseña los muslos derrochando valor. Finaliza con una entera tirándose de verdad que cae un punto baja. Dos orejas, Puerta Grande y Perera en triunfo un año más en Huesca.