Con poco público en los tendidos se ha celebrado en Zaragoza una novillada con picadores, de los Hermanos Torres Gallego, que ha dado un juego sencillamente extraordinario para sus matadores, que no siempre han sabido aprovecharlos.
Ha abierto plaza un ejemplar que embestía con temple, aunque estaba escaso de fuerzas, que se ha arrancado de largo al caballo en el segundo puyazo y ha colaborado en la muleta de Diego Hermosilla, sobre todo por el pitón izquierdo. Con estos mimbres el torero ha fabricado un cesto lleno de ilusión y buenas intenciones, pero sin cuajar artísticamente. Además ha matado mal y es silenciada su labor mientras se ovaciona al novillo en el arrastre.
Con el cuarto, posiblemente el mejor de la tarde, noble y repetidor por ambos pitones, Diego Hermosilla ha vuelto a pecar de falta de profundidad. El navarro es un torero que no se cansa de estar delante del novillo, pero eso solo no sirve. Zaragoza pide más. Lo mejor, el uso de los aceros por su efecto rápido.
Imanol Sánchez reaparecía en Zaragoza después del percance del pasado 6 de mayo y se ha gustado en el manejo del percal con verónicas bien ejecutadas. Como es habitual en él plantea un tercio de banderillas vistoso, resultando muy aplaudido. En la muleta, el novillo sirve y tiene transmisión, recibiendo la entrega del torero como compensación, finalizando con su oponente de una gran estocada que, por sí misma, vale la oreja cortada.
Cuando sale el quinto, la tarde ya está un poco cuesta abajo, por lo que Imanol Sánchez tiene que emplearse en el tercio de banderillas para levantar el ánimo del tendido, lo que consigue sólo a medias. Ya en la muleta, el astado desarrolla un calamocheo molesto que obliga al torero a un esfuerzo extra para corregirlo, destacando sus ganas de agradar en el global de un conjunto que rubrica con otra buena estocada. Se le pide la oreja y se abuchea al presidente, por una parte del público muy próxima al torero, al no concederla.
Curro de la Casa venía precedido de sus triunfos en La Misericordia en su etapa de novillero sin caballos, pero ahora con el utrero se le han visto las lógicas lagunas del que empieza. Tiene valor, pero le falta vender el producto. Tras una faena que no dice nada, finaliza su labor ante el tercero de entera muy trasera y dos descabellos.
Al sexto lo saluda el espada con delantales muy jaleados, mientras suena la jota de los toros. Y con la franela en la mano el inicio es esperanzador. El balance es bueno, pero es como si el torero le perdiese un tranco al conjunto. Le falta sentimiento y le sobra frialdad a una labor bien estructurada técnicamente. Para finalizar, caldeando el ambiente, elige el torero unas bernadinas en cuyo transcurso es volteado, sin consecuencias, antes de conseguir una entera como prólogo al trofeo recibido. Lo cierto es que este novillero ha dejado buena impresión entre los aficionados de Zaragoza.
Ficha del festejo:
Plaza de toros de Zaragoza. Novillada con picadores. Menos de un cuarto de entrada. Utreros de Hermanos Torres Gallego, nobles y de buen juego en general.
Diego Hermosilla: silencio y ovación tras aviso.
Imanol Sánchez: oreja y vuelta tras aviso.
Curro de la Casa: ovación tras aviso y vuelta por su cuenta, y oreja tras aviso.
Cuadrillas: Tras parear al primero se han desmonterado Miguel Ángel Marchal y Manolo de los Reyes.