Dentro de un invierno luctuoso para el toreo aragonés, hoy nos ha dejado para siempre el Sr. Luis. Hacía muchos años que no lo veía porque una penosa enfermedad lo ha tenido postrado en su lecho durante largo tiempo, pero lo recuerdo perfectamente con su tupé blanco y su bigotillo cano, con esa mirada clara un tanto estrávica y siempre hablando de toros. En la plaza, en los corrillos y sobre todo en El Brindis, un local que regentaba su yerno Santiago Gómez en la calle de García Sánchez y que servía de sede a la Peña Taurina del Carmen, de la cual era su principal valedor, pues Luis Mata vivió para su familia y para el toreo. Él fue uno de los grandes impulsores de la Escuela del Carmen, auténtica cuna de muchos toreros de la actualidad, pues no en vano por allí pasaron los Tato, Zorita, Paulita, Molinero, Serranito, Casanova, Sanjuan, Ríos, Berdejo, Mene, Cavero, Gimeno, Naranjito y tantos y tantos que luego se han vestido de luces con mayor o menor brillo, pero todos ellos con la dignidad que les había inculcado el Sr. Mata como requisito mínimo que se le debe exigir a un torero. Don Luis vivía la Escuela. Tenía pasión por buscarles becerras a los chavales y facilitarles las cosas. Como dirían ahora trabajó la cantera, únicamente buscando el beneficio de quienes empezaban a ponerse delante. Y no siempre fue comprendido.
Muchos conocíamos al Sr. Mata de su etapa del Carmen en su vertiente peñística o formativa, pero son menos los que tienen datos sobre su trayectoria profesional. Se anunciaba en los carteles como Luis Mata II para que no le confundieran con su primo, de igual nombre, que fue matador de toros en los años de la posguerra española. Nació en Zaragoza un 18 de marzo de 1924, por lo que dentro de unos días hubiera cumplido 88 años. Comenzó su andadura en las capeas de nuestra región debutando en la Misericordia en el año 1942, acartelado en un Festival celebrado en el barrio de las Delicias en el que estoqueó un novillo de Lagartito al que desorejó por partida doble. Ese mismo año fue anunciado en una novillada nocturna en cuya terna formaban parte el valenciano Leopoldo Espí, Morenito de Zaragoza y El Farinas. Allí Luis Mata II estoquearía una becerra de Paquito Casado tras cuya muerte pudo dar la vuelta al ruedo, lo que le permitió actuar de nuevo al siguiente sábado junto al Plomo Charlot, Lazaro Obón como torero cómico y El Baulero, que rejoneó en bicicleta por primera vez.
Tras una esperanzadora carrera sin caballos, Luis Mata II debuta con utreros en Tudela cuando corría el año 1948, en compañía de Paco Agudo e Isidro Marín. Tras aquel momento de ilusión comprobó las dificultades que entrañaría la carrera hacia el doctorado y decidió marcharse, vistiendo de luces por última vez como sobresaliente de su primo Luis Mata, en una corrida del Pilar celebrada el 24 de octubre de ese año 1948 estoqueando el novillo de rejones de Joaquín Pareja Obregón.
En su trayectoria profesional fue apoderado de novilleros como Herrerín, Santiago Gómez, Miguel Campos o Julián Martínez.
Hoy, 2 de marzo de 2012, nos ha dicho adiós, y los que tuvimos la suerte de hablar de toros con él muchas veces, lo echaremos de menos siempre, como ya lo hacíamos al no verlo en los tendidos últimamente como consecuencia de su enfermedad.
Así que, descanse en paz Sr. Luis.