Paco Martínez - 10/10/2014 (burladero.com)
Estadísticamente era muy difícil que se prolongara la buena racha que estábamos teniendo en Zaragoza y ha tenido que ser hoy cuando se ha roto la tendencia alcista, la primera tarde en la que se acartelaban las figuras, con la plaza casi llena y a las puertas del día del Pilar. Y no ha podido ser por muchas razones y, resumiendo, porque así está el mundillo taurino.
Abría cartel Pablo Hermoso, muy a gusto en carteles con matadores de toros, y se ha enfrentado a dos toretes con poca plaza de los que el primero ha manseado evidentemente. Muy cómodo el de Estella con ese material, clavando rejones deficientemente pero demostrando en todo momento una doma admirable y un conocimiento de los terrenos como pocos. Se ha despistado con Despiste y ha sufrido una aparatosa voltereta sin consecuencias para el jinete al querer pasar por donde no se cabía y, a la postre, ha paseado el único despojo que esta tarde ha concedido el Sr. Pasamontes.
En cuanto a la lidia a pie, Perera se las ha visto con un feble Cuvillo que deambulaba por el ruedo sin emplearse con el que el torero ha mostrado su mayor virtud, que es el temple, a pesar de lo cual casi nada ha podido hacer; mientras que con el quinto tris, del hierro de Torrealta, hemos podido ver una de las peores versiones de Perera esta temporada, intermitente y espeso, por debajo de las condiciones de un animal que tenía importancia para el público, que no metía la cara mal y que en cualquier otro momento le hubiera cortado las orejas.
Abría cartel Pablo Hermoso, muy a gusto en carteles con matadores de toros, y se ha enfrentado a dos toretes con poca plaza de los que el primero ha manseado evidentemente. Muy cómodo el de Estella con ese material, clavando rejones deficientemente pero demostrando en todo momento una doma admirable y un conocimiento de los terrenos como pocos. Se ha despistado con Despiste y ha sufrido una aparatosa voltereta sin consecuencias para el jinete al querer pasar por donde no se cabía y, a la postre, ha paseado el único despojo que esta tarde ha concedido el Sr. Pasamontes.
En cuanto a la lidia a pie, Perera se las ha visto con un feble Cuvillo que deambulaba por el ruedo sin emplearse con el que el torero ha mostrado su mayor virtud, que es el temple, a pesar de lo cual casi nada ha podido hacer; mientras que con el quinto tris, del hierro de Torrealta, hemos podido ver una de las peores versiones de Perera esta temporada, intermitente y espeso, por debajo de las condiciones de un animal que tenía importancia para el público, que no metía la cara mal y que en cualquier otro momento le hubiera cortado las orejas.
Foto: Carmen Martínez |
Y Talavante, que solo ha toreado un astado, puesto que el tercero se ha partido la mano al poco de iniciarse la faena de muleta, tampoco ha mostrado su mejor cara taurina, pues si bien el astado, cinqueño, fue protestado por cojo, lo cierto es que en la muleta se desplazaba con claridad sin que el torero llegara a trasladar al respetable las sensaciones que, con las musas más cercanas de otros días, sin lugar a dudas que hubiera transmitido.
Al final, Hermoso de Mendoza se ha marchado con su oreja en el casillero mientras que Perera y Talavante hacían gestos con la mano a la hora del adiós como que los esperásemos que todavía les quedaba otro festejo. Y así lo haremos.
Ficha del festejo:
Plaza de Toros de La Misericordia. Sexta de la Feria del Pilar. Toros de Fermín Bohórquez para rejones (1º y 4º), Núñez del Cuvillo (2º, 3º, 5º, 5º bis y 6º) y Torrealta (5º tris) para
Hermoso de Mendoza: oreja y ovación
Miguel Ángel Perera: ovación y ovación tras aviso
Alejandro Talavante: ovación y ovación tras aviso
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