Este año ha habido su aquel con el premio a la mejor faena de la Feria del Pilar del 2013 que, como es sabido, ha recaído en Iván Fandiño por su labor realizada ante el toro "Duermevela" de Parladé, un remiendo a la anunciada de Núñez del Cuvillo que embistió con una bravura y una emoción como ningún otro de la Feria y por ello sería premiado con la vuelta al ruedo a pesar de haber manseado en caballo y especialmente en banderillas. Por menospreciar al toro, alguno ha descrito con minuciosidad su estabulación por Sevilla y Madrid como sobrero hasta que salió en Zaragoza, algo que a mi entender no quiere decir nada más que "que de toros no saben ni aún las vacas". A ese animal que a más de uno, y de los de arriba, le hubiera puesto en un brete, le hilvanó Fandiño una faena en los medios mientras el de Parladé se quería comer la muleta, trasladándonos a aquellos tiempos en donde el toro pedía el carné y las figuras del toreo además de salir en las revistas del corazón tenían un par que no les cabía en la taleguilla. Y eso es lo que vivimos con Fandiño, que si hubiera matado bien, se hubiera llevado las dos de "Duermevela" a su casa de Orduña y con mucha fuerza.
En las votaciones, como alguien ya lo ha cantado yo no me corto, ganó Fandiño en el desempate, por un voto, a un Finito de Córdoba que estuvo exquisito y aterciopelado ante un toro de Zalduendo que fue un inválido que apenas se tenía en pie y que además se rajó al final de la faena, al que si despacha con prontitud le hubiera cortado una oreja.
Y ahí está la pugna: Emoción ante un toro bravo en la muleta o plasticidad ante un animal noble que apenas podía moverse. Y para abundar en el tema, hay quien ha postulado a Paulita para tan preciado galardón por su toreo de capote y sus trincherazos finales a un toro de Pereda que no terminó de entregarse y que por el izquierdo no tuvo un pase, al que si hubiera despachado con celeridad le hubiera cortado una oreja.
En fin, tres faenas mal rematadas con el acero, una de doble trofeo y dos de uno. Ahora que cada uno piense lo que quiera. A mi me gustaron las tres, pero opté por Fandiño por lo que he explicado. Me gusta el toro con emoción y el toreo bueno, así que por favor, los defensores del artisteo como quintaesencia del toreo que no nos quieran dar lecciones de pureza. Que aquí nos conocemos todos.
Fotos: El Esportón.
Buen analisis de las dos faenas, yo en mi gusto particular me hubiera quedado con la faena de Finito. Entiendo que en los toros como en otras cosas es todo cosa de gustos. Y mas gusto que tuvo el Fino en esa faena es dificil ver en una corrida de toros.
ResponderEliminarDe muchisimo valor y emoción la faena de Fandiño, pero no por eso pierde valor lo que yo me emocioné viendo a un torero acariciar con toreria.
Por otro lado el tema Paulita entiendo que te refieres a su segundo toro, ya que el primero no era apto para el toreo, y pena de que se acabó el toro porque la faena fue perfecta (capote, chicuelinas, muleta y estocada) con lo que tuvo delante y lo mató por todo lo alto. Cortando un orejon, dices que no la corto??
En resumen para mi forma de ver esto es para gustos, y la pureza la ve cada uno de manera distinta. Para mi ambas faenas de pureza, una con gusto y otra con valor.
las retinas recordarán con el paso de los años la faena de "el fino",la memoria recordará..........a si,perdón que ya se me había olvidado ese gran toro de el hijo de Juan Pedro Domecq y la faena que le cuajó Fandiño
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