Una pena. Yo sé la ilusión con la que se había programado el espectáculo y las ganas de estar bien que tenían los toreros pero no ha podido ser. Se habían anunciado lluvias y hasta ha granizado, lo que ha hecho que el público tampoco acudiera en gran número y el ambiente estuviera desangelado y aún así los espadas han echado la corrida para adelante, resultando el resumen fácil de hacer pues poco ha sido lo destacable.
Se lidiaban seis toros de Sayalero y Bandrés, bien presentados pero de juego desigual: Blando el primero, bueno y pronto el segundo, de clara embestida por los dos pitones el tercero, con problemas el cuarto, imposible el quinto y rajado y difícil el sexto.
Abría cartel Marc Serrano que torea a su primero entre un diluvio de piedra y agua, recibiendo un gañafón por el complicado pitón izquierdo. En general su faena ha tenido poca estructura por tantas adversidades. Ha estado breve con el acero y ha dado una vuelta por su cuenta que ha resultado el trofeo de mayor nivel de la tarde. Al cuarto lo ha recibido con una larga de rodillas siguiendo con una faena de muleta de poco aplomo y composición superficial en la que ha dudado demasiado, defecto que ya apuntó en su primero, mandando casi siempre el toro. Mata mal y recibe dos avisos. Este francés tiene oficio y está puesto pero debería asentarse más en el albero.
Alberto Álvarez toreaba en casa y se ha mostrado animoso de principio. Recibe a su primero con una larga cambiada de rodillas y verónicas muy firmes rematadas con una media acompasada. Inicia faena de muleta clavado de hinojos muy dispuesto pues el toro es pronto y responde, pero cae otro diluvio y recibe una voltereta en un pase cambiado por la espalda, por lo que a partir de ahí el torero se vino un tanto abajo con su obra a medio acabar, matando además mal por lo que todo queda en ovación. El quinto se mostró complicado en el capote y derribando al caballo llegando sin opciones a la muleta por lo que un tanto desanimado el torero tira pronto por la calle de en medio siendo silenciado.
Cerraba cartel Marco Antonio Gómez que se enfrentaba en primer lugar a un buen toro que embestía con claridad por ambos pitones, aunque él se siente mejor por el izquierdo, sin llegar a sacar los brazos con soltura y además mata mal, quedando su premio en ovación. Ante el sexto el sevillano está voluntarioso y queriendo, aunque el toro se raja y desarrolla problemas, sobre todo a la hora de matar, por lo que el torero recibe dos avisos.
Al final el público se aburrió y es una pena por la ilusión de los toreros, por la actitud de los organizadores y porque había mucha gente joven en los tendidos que acudía a la plaza por primera vez. En fin, más se perdió en Cuba y vinieron cantando.
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