miércoles, 12 de octubre de 2011

Fiasco ganadero de Parladé en Zaragoza




Siete toros han saltado al redondel de La Misericordia con el hierro de Parladé y únicamente se han mantenido cuatro, uno de ellos como sobrero, al que hay que añadir otro de San Mateo, uno más de San Pelayo y un último de Las Ramblas. Un desastre.
Ayer mismo se depositaban en los tendidos impresos para recoger firmas y blindar la Fiesta con una ILP, pero... ¿de qué Fiesta estamos hablando?, ¿de la que hemos visto hoy?. ¿Quien impone estos toros? ¿Quien los cría? ¿Quien los compra? ¿Quien los torea?. Conteste a esas preguntas y encontrará a los culpables de que los toros sea un espectáculo en franco retroceso y al que cada vez más se le va dando la espalda. Lo hemos dicho muchas veces, cuando se confecciona una Feria, esta Feria, se piensa en los compromisos y en los amigos y no en los que pagan. Ahora, en el fondo hacen bien los falsos taurinos, cuando no se pica la gente aplaude, cuando no se colocan los palos se ríe y con cuatro trapazos se piden los trofeos; en cambio no damos la segunda oreja a un faenón histórico (Véase David Mora versus Pasamontes) por si se estropean los cerrojos de la Puerta Grande y nos cuestionamos si era de rabo o no la excelsa faena de Talavante, si hubiera matado por arriba, claro; cuando ¿alguién recuerda haber visto algo tan perfecto y armónico como la obra de Talavante?. Esto es el mundo al revés, el público va a los toros sin conocer lo más básico porque en Zaragoza no ha habido relevo generacional. Si no les hemos enseñado cómo queremos que sepan. Y así nos va.
Pero en fin, volviendo al espectáculo lamentable de hoy, El Cid se ha encontrado con un 1º bis también de Parladé, que sustituía al inválido titular, de poca fuerza aunque noble, ya saben, lo de siempre, uno se harta de hacer crónicas de estas que son todas iguales, dándole forma a algo que realmente ha sido infumable. El torero ha estado despegado, fuera de cacho y por las afueras mientras el toro languidecía. Con 4º vino lo mejor de la tarde después de ser ovacionado en la suerte de varas Manuel Jesús Ruiz Román. Tres tandas de naturales con enjundia a un noble toro que embestía con clase, aunque sin caballos en el motor. Después el animal se va apagando poco a poco y al final le sobran doce muletazos al conjunto.


Perera ha parado a un Parladé protestado por falta de trapío que al verlo Corrochanito ha abandonado la plaza para no contemplar lo que no era de recibo. En su lugar sale un sobrero impresentable de San Mateo que también precisa de los mansos para retornar a corrales y por último otro de San Pelayo protestado desde el tendido 4, noble pero inválido. Perera está con él por las afueras y metiendo pico, aunque a veces parece que se templa.
Como 5º ha salido un cuarto sobrero de Las Ramblas, sin condición alguna. No lo pican y resulta imposible darle un muletazo, siendo pitado en el arrastre.


Con el 3º inicia su labor Luque muy corajudo con la muleta. Eléctrico en los medios y con poca profundidad aunque, eso sí, muy entregado. Y al tullido 6º le cortó la oreja, la única de la tarde, por poner él lo que no tenía el toro, así que al final medio embiste y el torero le muestra muslos y barriga en un intento por complacer al respetable en tarde tan bochornosa. Mata de entera volcándose y pasea su trofeo entre el delirio del bonancible respetable, que se conforma con poco.


Ficha:
Casi lleno en los tendidos. Siete toros de Parladé, uno de ellos como sobrero, con divisa negra en señal de luto por el fallecimiento del ganadero Juan Pedro Domecq; y tres más como remiendos de San Mateo, San Pelayo y Las Ramblas, inválidos todos ellos.
El Cid, de negro y oro: Ovación y palmas tras aviso
Perera, de azul y oro: Palmitas y silencio
Luque, de verde manzana y oro: Ovación y oreja con aviso en ambos
Ha presidido Pasamontes, bien aunque abroncado por no conceder la oreja del 3º, con buen criterio.

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