miércoles, 19 de mayo de 2010

Cara y cruz de los Cuvillos en Madrid



Los toros desde el sofá
Esta tarde se ha lidiado en Madrid un encierro completo de Núñez del Cuvillo con tres ejemplares de pelo negro corridos en primer lugar, con casta y ofreciendo posibilidades a sus espadas, y otros tres colorados que han completado la corrida y han tenido peores condiciones.
Abría plaza el rejoneador Joao Moura junior que ha sido aplaudido al finalizar su actuación y que fue contratado para que Manzanares, acartelado en origen, no actuase en primer lugar. Privilegios de las figuras.
Al no poder torear el alicantino su puesto fue cubierto por Curro Díaz, con oreja en su esportón en la primera de feria, y hoy ha cambiado la moneda pues no se ha encontrado a gusto con el buen primero, que a veces tendía a meterse por los adentros, y ha dejado solo apuntes en su toreo al natural y en un grandioso pase de pecho. Al encastado cuarto le deja que le puntee mucho la muleta y su planteamiento es similar al del toro anterior e incluso recibe una cornada en una mano. Es como si Curro se hubiese mentalizado para dos en San Isidro y una más fuese demasiado. En fin, estas son las cosas que tienen este tipo de toreros que son capaces de ofrecer altos picos de inspiración pero no logran la regularidad de las figuras. Y ya siento que esto haya sido así porque toreros con este aroma se cuentan con los dedos de una mano.
Con el buen segundo M.A. Perera ha estado con ganas y muy dispuesto durante toda la tarde. Ha recibido una voltereta muy fuerte y no por eso ha dejado de pegarse un arrimón. Muy molestado por el viento, ha mandado cuando Eolo lo ha permitido y eso le ha valido para cortar una oreja fácil a mi entender, pero mayoritariamente pedida. Con el quinto, un toro con muy poca fuerza, el torero vuelve a ser molestado por el aire. Todo resulta muy deslucido y el espada abrevia.
Alejandro Talavante ha puesto la emoción en determinados tramos de su faena a su primero y hasta ha obtenido muletazos sueltos de cierta plasticidad, aunque un tanto acelerados y alguno de ellos punteado en la interpretación del toreo al natural. Se le ha pedido la oreja, que el presidente no ha concedido, y quizá el toro se merecía algo más. El sexto no tenía clase alguna y todo ha resultado plúmbeo y espeso.
En resumen, tres toros buenos para abrir boca insuficientemente aprovechados por sus espadas y otros tres para olvidar pronto, al menos por nuestra parte.

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo, la oreja de Perera fue fantasma. Nadie viendo la tele percibió lo que vieron en la plaza

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