domingo, 22 de mayo de 2011

Javier Jiménez y Los Maños con los más altos honores en Zaragoza

En realidad hoy han sido tres los que se han reivindicado en Zaragoza: Javier Jiménez, los novillos de Los Maños e Imanol Sánchez como héroe del pueblo. Pero vayamos por partes, el toreo bueno al natural, de verdad, con la mano muy baja, con pureza y todo muy sentido lo ha puesto Javier Jiménez en el sexto, un novillo de nombre "Churreton", de 470 kgs y mucha calidad al que tras su muerte se le ha rendido homenaje al darle la vuelta al ruedo por bravo y bueno para el torero. Todo ha comenzado en el tercio de varas, donde el varilarguero Israel de Pedro, vestido con una chaquetilla tan torera como el espuma de mar y oro, ha picado con mesura y acierto. A partir de ahí toro y torero han unido sinergias y las emociones han inundado la Misericordia con el toreo al natural en estado puro. Un poquito despegado, es verdad, pero pa´ rasgarse la camisa. Con la derecha no ha bajado el tono al aumentar el temple y además la estocada ha resultado un cañonazo en la torre de vigilancia. Dos orejas y Puerta Grande sin discusión para el de Espartinas de un gran novillo de los hermanos Marcuello premiado con vuelta al ruedo.
Y es curioso lo acontecido pues tales aptitudes del espada han resultado sorprendentes para el respetable porque en el tercero ha estado realmente mal y a merced de su oponente por los escasos recursos demostrados. Desbordado y matando muy trasero, si bien es cierto que el novillo tenía sus cositas de Santa Coloma y ha estado pésimamente lidiado por "Perucha" que ha dado un sainete con el capote. En general se puede decir que hemos visto la cara y la cruz de un torero que puede ser, aunque esto es muy largo.
Pero quien se ha erigido en héroe popular ha sido el novillero de Pedrola (Zaragoza), pues sus dos faenas, ante dos novillos que se han dejado, han calado poderosamente en los tendidos, si bien es verdad que la mayoría eran de su pueblo. Imanol Sánchez se llama el espada. Bullidor y voluntarioso como el que más, ha mostrado avances en su concepto de tauromaquia en relación con actuaciones anteriores, citando más ortodoxamente y suprimiendo ciertas ventajas. Es cierto que su camino se adivina largo pero su tesón también, es trabajador, pone banderillas y no escatima esfuerzos. Ha mejorado el temple en la muleta pero le cuesta dominar al novillo bajándole la mano. Con el primero no se ha dejado tocar la roja y al matar rápido ha sido premiado con un trofeo. Con el quinto ha sufrido enganchones y desarmes al principio con la derecha resultando con más limpieza los muletazos al utilizar la zurda. En los momentos del epílogo la Banda de Música baja de la nube y rompe a tocar, por lo que el espada tiene que seguir toreando para justificarse cuando ya pensaba en decir "hastaluegolucas". Acaba su labor de estocada baja y se le pide la oreja que el Presidente Pasamontes se ha encargado de neutralizar al pensar, con buen criterio, que dos orejas en "ZaragozaPlazadePrimera" requieren algún argumento más que el expuesto.
El crack ha sido Juan José Varela. Un espectro vestido de grana y oro. No ha hecho nada salvo ordenar a su caballería que les dieran las del pulpo a los de Luesia. El hombre con sus precauciones y sus desconfianzas, como el que se cae de ala se ha despachado a sus dos oponentes, mal, por cierto, como el que ve llover. Ciudadano Cero. Nadie le recordará en Zaragoza salvo por matar con la izquierda, si a "eso" que ha hecho con los estoques se le puede llamar así. Dos de sus hombres se han desmonterado en el cuarto y justo es mentarlo: Rui Plácido y Emilio Rueda.
Al final el respetable ha salido contento con los naturales de Jiménez y el juego de los novillos de Los Maños y el trabajo de Imanol.

Fotos 1 y 2 Javier Jiménez, 3 Imanol Sánchez (Náyade Moncín en Burladero.com)


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