miércoles, 13 de octubre de 2010

Notable corrida en Zaragoza de Núñez del Cuvillo



Con lleno en los tendidos se lidió el pasado día 11 un buen encierro de Núñez del Cuvillo, noble, bravo y encastado en general, con el pero de la falta de fuerza de algún ejemplar.
Al romperse el paseíllo se le rindió una ovación al Tato, a quien acompañaron sus dos compañeros, que puso la piel de gallina.
En primer lugar actuaba el torero aragonés ante un toro que empujó en varas y se dejó la vida en el peto tras recibir dos puyazos muy largos en mal sitio. El animal fue noble pero escaso de motor. No pasaba. Se derrumba al inicio de la faena y el Tato tira líneas. El animal se esfuerza por permanecer de pie y el torero hace de Val-carreres en versión veterinaria. Estocada caída y silencio. Ante el cuarto, otro toro noble pero blando de remos el Tato se queda en tierra de nadie. El toro pasa pero dobla. Unos pitan y otros aplauden una faena entre enganchones que ni se redondea ni levanta el vuelo. Acaba de casi entera baja y perpendicular más dos descabellos. Silencio de nuevo.
El Juli se encontró con un toro chico, manso en varas que se duele en palos pero que se quería comer la muleta de lo encastado que estaba. Lo pica bien Salvador Núñez y resulta derribado en el segundo intento. El Juli se luce en dos tandas donde lo pone todo el toro. Con la izquierda le sale un natural estupendo. El torero no se quita ante el raudal de casta. Hay temple pero falta mando que se suple con corazón. Tras media un punto caída obtiene una oreja.
Salió el quinto, un ejemplar jabonero precioso de lámina aunque un punto blando y gazapón. Con él se simula la suerte de varas por su falta de fuerza. El torero no tiene nada más que acompañar la embestida en muchas tandas con varios cambios de mano. Le falta estructura y contenido al todo. Media en buen sitio y varios descabellos. Ovación.
Daniel Luque tuvo enfrente a un buen tercer toro. Bravo. Quita por delantales y remata con media de buen gusto. Con la muleta aparecen detalles de plasticidad y estética. Largos naturales, trincherazos, pases del desmayo. Por el derecho baja la intensidad y vuelve al pitón izquierdo que no debió dejar, pero ya no es lo mismo. Se lo avía de metisaca que asoma y entera. Se le pide la oreja y no accede, con buen criterio, Pasamontes.Vuelta.
El de la jota era un toro bravo y blando al que tiene que dejar ir y venir pero corrigiendo el defecto de meterse por los adentros, quedándose corto. Está bien al natural aunque los pases salen de uno en uno. Se muestra valiente aguantando un parón del toro y pincha antes de lograr una entera, siendo premiado con una oreja después de escuchar un recado de la Presidencia.

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