jueves, 12 de junio de 2014

Frascuelo y El Pana en Ateca (Zaragoza), dos toreros legendarios













El cartel es un bombazo, puesto que vamos a tener la ocasión de ver en acción, juntos, a dos toreros que encarnan la leyenda, dos toreros únicos e inimitables que simbolizan la pureza de otro tiempo, dos toreros, además, a los que no tratan bien las empresas grandes, a los que han eliminado de los circuitos comerciales de las figuras y del dinero, dos toreros que representan la bohemia y el romanticismo de la profesión de quienes se vestían de luces en otros tiempos.
Madrid se resiste a ponerlos a pesar de que hay numerosos aficionados que demandan su inclusión en los carteles, pero ha sido Ateca con su empresario Ignacio Ríos a la cabeza, quien ha logrado reunir en un mismo cartel para el próximo 8 de septiembre a dos toreros distintos que a poco que les embistan los novillos harán disfrutar al aficionado con aromas taurinos de otras épocas.
Con el maestro Frascuelo he coincidido en dos ocasiones, en Calanda y el Peñaflor de Gállego, y en las dos ocasiones he podido disfrutar con su expresión del concepto que tiene de torear, de sus maneras de comportarse en torero, de vivir la profesión eternamente enfundado en un traje de luces. Por otro lado Rodolfo Rodríguez "El Pana" representa la vida en un minuto, las noches de amaneceres eternos, el cariño de unos brazos desconocidos, siendo protagonista de uno de los brindis más sentidos en la historia del toreo cuando se despidió de la Plaza Méjico por su reconocimiento a quienes le ayudaron en los momentos difíciles.
El cartel de Ateca ha caído de pie entre una afición que demanda autenticidad y huida de la monotonía.

2 comentarios:

  1. EVOCACION A “EL PANA” Y SU GLORIA

    “Allá, en Castilla-La Mancha, hubo chance de revancha.”

    En quijotesco carruaje,
    con su puro, su linaje,
    sarape-saltillo al hombro,
    “El Pana”, provoca asombro.

    Ciudad de Guadalajara
    que, en la piedra, se forjara,
    feria excelsa, nada exigua,
    por la Virgen de la Antigua.

    Plaza llamada: “Las Cruces”,
    coso de fiesta, de luces,
    veterano, buen cartel,
    los toros de Juan Manuel.

    Mano a mano, con “Frascuelo”,
    presagio de serio duelo,
    tarde calurosa, en grada,
    tres cuartos hubo de entrada.

    Expectación tras barrera,
    paseíllo de solera,
    vistiendo con gran decoro,
    traje berenjena y oro.

    Bien bordado, muy taurino,
    arte añejo, cervantino,
    Rodolfo Rodríguez, “Pana”,
    oreja corta en España.

    Su pomo de esencias abre,
    con el sexto de la tarde,
    de número ochenta y tres,
    ¡jolines, coño, rediez!

    “Tocador”, burel castaño,
    clase, fijeza en engaño,
    de mucha movilidad,
    ágil, frágil, liviandad.

    Capote de algarabía,
    genialidad escondía,
    “verónicas” y “faroles”,
    “caleserina”, ¡. . . los oles!

    Tres suertes de banderillas,
    fulgurantes, cual cerillas,
    las dos primeras, al quiebro,
    “par de calafia”, ¡celebro!

    Fin de tercio, gran clamor,
    gente de pie, . . . que primor,
    “El Pana”, no guarda nada,
    vuelta al ruedo, ovacionada.

    Muleta que apergamina,
    pinturera tremolina,
    faena, por los adentros,
    que cimbró hasta los cimientos.

    Derechazos alargados,
    naturales hechizados,
    indescifrable toreo,
    excéntrico regateo.

    Un cambiado, por la espalda,
    ajustado, lo respalda,
    midiendo distancia y tiempo,
    “péndulo”, sin contratiempo.

    Se destapó, en suelo hispano,
    el torero mexicano,
    armando la escandalera,
    logra triunfo de bandera.

    Atisbos de magia, . . . embrujo,
    en el redondel, . . . un lujo,
    ¡viejo “Brujo de Apizaco”,
    la lidia su afrodisiaco!

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., 11 de septiembre del 2014.
    Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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  2. EVOCACION A “EL PANA” Y SU GLORIA

    “Allá, en Castilla-La Mancha, hubo chance de revancha.”

    En quijotesco carruaje,
    con su puro, su linaje,
    sarape-saltillo al hombro,
    “El Pana”, provoca asombro.

    Ciudad de Guadalajara
    que, en la piedra, se forjara,
    feria excelsa, nada exigua,
    por la Virgen de la Antigua.

    Plaza llamada: “Las Cruces”,
    coso de fiesta, de luces,
    veterano, buen cartel,
    los toros de Juan Manuel.

    Mano a mano, con “Frascuelo”,
    presagio de serio duelo,
    tarde calurosa, en grada,
    tres cuartos hubo de entrada.

    Expectación tras barrera,
    paseíllo de solera,
    vistiendo con gran decoro,
    traje berenjena y oro.

    Bien bordado, muy taurino,
    arte añejo, cervantino,
    Rodolfo Rodríguez, “Pana”,
    oreja corta en España.

    Su pomo de esencias abre,
    con el sexto de la tarde,
    de número ochenta y tres,
    ¡jolines, coño, rediez!

    “Tocador”, burel castaño,
    clase, fijeza en engaño,
    de mucha movilidad,
    ágil, frágil, liviandad.

    Capote de algarabía,
    genialidad escondía,
    “verónicas” y “faroles”,
    “caleserina”, ¡. . . los oles!

    Tres suertes de banderillas,
    fulgurantes, cual cerillas,
    las dos primeras, al quiebro,
    “par de calafia”, ¡celebro!

    Fin de tercio, gran clamor,
    gente de pie, . . . que primor,
    “El Pana”, no guarda nada,
    vuelta al ruedo, ovacionada.

    Muleta que apergamina,
    pinturera tremolina,
    faena, por los adentros,
    que cimbró hasta los cimientos.

    Derechazos alargados,
    naturales hechizados,
    indescifrable toreo,
    excéntrico regateo.

    Un cambiado, por la espalda,
    ajustado, lo respalda,
    midiendo distancia y tiempo,
    “péndulo”, sin contratiempo.

    Se destapó, en suelo hispano,
    el torero mexicano,
    armando la escandalera,
    logra triunfo de bandera.

    Atisbos de magia, . . . embrujo,
    en el redondel, . . . un lujo,
    ¡viejo “Brujo de Apizaco”,
    la lidia su afrodisiaco!

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., 11 de septiembre del 2014.
    Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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