Zaragoza debe volver a ser plaza de temporada

Como no hay festejos en Zaragoza queda el recurso de la tele

Andamos en Zaragoza un tanto desorientados con la ausencia de festejos en temporada. La afición comenta que esto no puede ser, que desde San Jorge hasta el Pilar sin toros es una barbaridad. Y es cierto. Más cuando este año deberíamos celebrar el 250 aniversario de la construcción de la plaza. Dicen que es asunto de la rentabilidad, que se pierde dinero, y todos se lo creen, pero yo me pregunto si alguien tiene esas cifras, si la Diputación Provincial tiene algún estudio económico de los asistentes a la plaza en años anteriores o si dejándose llevar por la corriente de la crisis y por los resultados de una pésima gestión de los primeros ciclos por las empresas que han gestionado la plaza hasta ahora, han optado por lo más fácil, que es reducir el canon y el número de festejos. Porque establecer ambos parámetros para sacar el pliego en qué fundamentos se basa la institución provincial. Si es en que no va gente, este año se ha demostrado que no es cierto, porque los aficionados acuden si se programa algo de interés, así que habrá que inventarse otra excusa.

Por otro lado, no es de recibo que solo haya dos novilladas con picadores en Zaragoza y a final de temporada. Por aquí siempre han venido los novilleros punteros para reivindicarse en un coso de importancia donde sale el novillo con trapío y este año no va a ser así.

Y además, en la Misericordia tiene que haber festejos sin caballos y elegir para torearlas a los mejores y repetirlos las veces que haga falta como se hizo con Javier Conde, Cristina Sánchez o Pedrito de Portugal en su día, dejándo de llevarlas a los pueblos de la provincia y demás zarandajas.

La cultura taurina y la afición se generan desde la base y los mejores de cada escalafón tienen la obligación y el derecho a actuar en plazas de responsabilidad para demostrar que están capacitados para empresas mayores.

Y por favor, dejémonos ya de nacionalismos toreros y que a cada plaza vaya quien se lo merezca, en toros y en toreros. Lo contrario va en detrimento de la propia Fiesta.