Había run-run en los corrillos taurinos de Zaragoza por ver en qué quedaba el juicio a los empresarios de la plaza de toros de La Misericordia por el impago de parte del canon de arrendamiento de 2012 y "otras mitomancias taurinas" que iba a tener lugar el pasado 24 de mayo, pues la temporada actual de una plaza de primera está en juego, pero Su Señoría, por segunda vez en lo que va de 2013 sigue sin verlo claro y ha vuelto a aplazar el desenlace pues no acierta a encontrar una salida al tema porque, al parecer, hay varias demandas interpuestas y entrecruzadas que lían el asunto y, entre tanto, el tiempo corre y parece que los señores Rodríguez tendrán que llevar a cabo la temporada actual.
El asunto está difícil para la empresa que tiene muchos frentes abiertos con la única solución de tirar de talonario, a lo cual, y visto lo visto, no sé si estarán dispuestos a hacerlo. Y mientras tanto queda por programar y ejecutar la segunda parte del primer ciclo y la Feria del Pilar. Ahí es nada, aunque la solución no es tan complicada. Se pagan las deudas a DPZ y se organiza una feria de primera, no como la del año pasado y aquí paz y después gloria; pero si no es así, el aficionado no está a gusto, deja de acudir a la plaza y la Fiesta se viene abajo. Y no estamos para esos lujos.
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