Fue en la plaza de toros de la carretera de Aragón de Madrid, un 27 de mayo, como hoy, cuando un "Miura", de nombre "Perdigón", le clavó su pitón en el vientre tras ejecutar la suerte suprema por segunda vez, saliendo prendido de muerte.
Allí se acabó la existencia de Manuel García, un torero nacido en Sevilla el 18 de enero de 1865 que empezó su carrera taurina como banderillero de aquel que apodaban "Cirineo".
El Espartero era muy arrojado, toreaba de noche saltando cercados y se lucía en las capeas con trebejos fabricados por él mismo, por lo que después de triunfar en los municipios de los alrededores de Sevilla toma la alternativa el 13 de septiembre de 1885 en la Real Maestranza de manos del "Gordito" con toros del Marqués de Saltillo, pero como toreó una novillada después, tuvo que volver a doctorarse en la misma plaza y con el mismo padrino el 11 de octubre siguiente con toros de Miura. ¡Vaya dos ganaderías para tomar la alternativa, todo menos "comerciales"!. Así era El Espartero, valiente y poco técnico, amante de pisar las cercanías del toro y de comenzar sus faenas con el cartucho de pescado.
La vida le sonreía y tenía éxito con las mujeres. Ya casado mantuvo una relación duradera con Dª Celsa Fonfrede, la viuda de Concha y Sierra, de la cual nació su hija Pilar cuyo nombre reivindica los orígenes aragoneses de la ganadera. Y el dato lo expongo no por alimentar la crónica rosa sino porque pasados los años la niña Pilar García se hizo mayor y casó con Joaquín Pareja-Obregón, Conde de Prado Castellano, y uno de sus hijos, Juan de Dios Pareja-Obregón, heredó de su tía Concha de la Concha y Sierra la ganadería del citado hierro a la muerte de ésta sin hijos en 1965.
Así pues, la sangre del Espartero también corrió por las venas de los herederos de una de las ganaderías más importantes de la época, por lo que sirvan estas líneas como recuerdo de aquel torero que perdió su vida tal día como hoy de hace 117 años.
El Espartero era muy arrojado, toreaba de noche saltando cercados y se lucía en las capeas con trebejos fabricados por él mismo, por lo que después de triunfar en los municipios de los alrededores de Sevilla toma la alternativa el 13 de septiembre de 1885 en la Real Maestranza de manos del "Gordito" con toros del Marqués de Saltillo, pero como toreó una novillada después, tuvo que volver a doctorarse en la misma plaza y con el mismo padrino el 11 de octubre siguiente con toros de Miura. ¡Vaya dos ganaderías para tomar la alternativa, todo menos "comerciales"!. Así era El Espartero, valiente y poco técnico, amante de pisar las cercanías del toro y de comenzar sus faenas con el cartucho de pescado.
La vida le sonreía y tenía éxito con las mujeres. Ya casado mantuvo una relación duradera con Dª Celsa Fonfrede, la viuda de Concha y Sierra, de la cual nació su hija Pilar cuyo nombre reivindica los orígenes aragoneses de la ganadera. Y el dato lo expongo no por alimentar la crónica rosa sino porque pasados los años la niña Pilar García se hizo mayor y casó con Joaquín Pareja-Obregón, Conde de Prado Castellano, y uno de sus hijos, Juan de Dios Pareja-Obregón, heredó de su tía Concha de la Concha y Sierra la ganadería del citado hierro a la muerte de ésta sin hijos en 1965.
Así pues, la sangre del Espartero también corrió por las venas de los herederos de una de las ganaderías más importantes de la época, por lo que sirvan estas líneas como recuerdo de aquel torero que perdió su vida tal día como hoy de hace 117 años.
Paco:
ResponderEliminarQue buenma entrada para refrescarnos de la presión de la feria de San Isidro. Enhorabuena y gracias por este descanso.
Un saludo
Gracias Enrique, si no se hace todo muy intenso.
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