Un 20 de mayo del año 1851 nacía en la localidad de Ateca (Zaragoza) una niña a la que le pondrían como nombre Celsa y por apellido llevaría el Agniel de su progenitor, un cualificado profesional de origen francés procedente de Fonfrede, y Blázquez por su madre, oriunda de Murcia.
En su juventud se dedicó al mundo del espectáculo y para ello eliminó su apellido paterno Agniel, pues no le debió parecer muy artístico, y decidió anunciarse en las carteleras como Celsa Fonfrede.
En algún momento de su vida conoció al ganadero sevillano Fernando de la Concha y Sierra, que había comprado reses de procedencia vazqueña, y se unieron en matrimonio, del cual nació una hija a la que pusieron de nombre Concepción. A la muerte del padre en 1887 la ganadería quedó en manos de Dª Celsa, siendo sus reses conocidas como las de la viuda de Concha y Sierra.
Por aquel entonces, Manuel García “El Espartero”, espada de Sevilla que mandaba en el toreo de finales del siglo XIX, se unió sentimentalmente con la ganadera viuda, catorce años mayor que él, de cuya relación nació una hija, Pilar García Agniel de Fonfrede, que tendría cuatro años cuando un “miura” de nombre “Perdigón” acabó con la vida de su padre en la plaza de la carretera de Aragón de Madrid, en una aciaga tarde de mayo de 1894 en cartel que compartía junto a Fuentes y “Zocato”.
Por lo poco que sabemos hasta el momento, Dª Celsa fue una persona que se adelantó a su tiempo: Conducía su propio coche con soltura, regía los destinos de la ganadería con solvencia, pues los toros de Concha y Sierra eran los que mataban las figuras de entonces, y fue capaz de liberarse de las ligaduras que ocasionan los condicionamientos sociales sin importarle los convencionalismos de la época. Debió ser mujer luchadora, de carácter y fuerte personalidad que sufrió una doble viudedad, una con papeles y otra sin ellos, contrariedad que no le impidió sacar a sus dos hijas adelante, sabiendo manejarse en una sociedad tradicional, a caballo entre los siglos XIX y XX, de evidente modelo masculino en la cual a las mujeres, que no tenían derecho a voto, únicamente les dejaban dedicarse a “las labores propias de su sexo”.
Tras regir con tino y solvencia la ganadería, Dª Celsa Fonfrede moriría el 19 de marzo de 1929 en Sevilla, quedando como propietaria de las reses su hija Concepción, habida en su matrimonio con Fernando de la Concha y Sierra.
Quede hoy, 20 de mayo de 2011, fecha del 160 aniversario de su nacimiento en Ateca, el recuerdo para una mujer de prestigio reconocido en la cría del ganado bravo: Dª Celsa Agniel de Fonfrede y Blázquéz, la Señora viuda de Concha y Sierra.
Foto: Dª Celsa Fonfrede (blog Saccus Tauri)
Foto: Dª Celsa Fonfrede (blog Saccus Tauri)
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