Es una novela que Fernando Martínez escribió sobre la vida de Manuel García "El Espartero" y que la publicó la editorial Almuzara en el año 2006, ilustrándose la portada con un cuadro titulado "El torero muerto" realizado por Edouad Manet entre 1864 y 1865.
El autor crea literariamente en su obra a un periodista coetáneo al torero sevillano con el que va dialogando a lo largo de su última tarde de existencia en Madrid antes de que el toro "Perdigón" de la ganadería de Miura le cornease mortalmente en el vientre un 27 de mayo de 1894.
La figura del mencionado periodista, Mateo Rueda, es un recurso que Fernando Martínez utiliza para hacerle hablar al personaje protagonista, gracias al cual se puede sacar a la luz toda la labor de hemeroteca realizada con anterioridad a la confección de la obra: La niñez del Espartero, las sensaciones de su familia, las primeras capeas, la presentación en Sevilla, su aprendizaje como banderillero a las órdenes de José Cineo "Cirineo", su alternativa en la Maestranza y su última tarde en Madrid son narradas por el periodista como si fuesen artículos separados que desmenuzaban con avidez los lectores aficionados.
Quizá sorprenda que no exista alusión a la vida personal del famoso espada ni se haga mención alguna a su mujer y a su descendencia cuando se comenta el dolor de padres y hermanos.
Esta obra, aún con sus limitaciones, es la única junto con "Sangre y arena" de Blasco Ibáñez que da a conocer aspectos de la vida de quien fuera número uno del toreo de finales del siglo XIX.
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