Sangre y arena es una novela que escribió Blasco Ibáñez (1867-1928) en el año 1908 y describe magistralmente el mundo del toro con sus luces y sus sombras, desde un planteamiento creado para principios del siglo XX pero que es perfectamente válido cien años después. Los rituales, la vida de los toreros ricos y pobres, el precio de la fama, los sentimientos y las emociones de quienes viven alrededor de la fiesta quedarán registradas en las páginas de Blasco Ibáñez dentro de una narración que será del gusto del gran público, aficionado o no.
La novela en sí tiene unas cualidades literarias fuera de dudas pero además alberga una segunda historia oculta en su interior de gran interés para el estudioso puesto que los papeles protagonistas masculino y femenino están basados en las vidas reales de Manuel García "El Espartero" y Dª Celsa Fonfrede, la ganadera viuda de Concha y Sierra, amantes hasta el día de la tragedia y de cuya relación quedó una ñiña de 4 años llamada Pilar. Los retratos sicológicos de ambos personajes los refleja el autor con pleno conocimiento de causa al ser coetáneo a los hechos y de los protagonistas, por lo que sin duda los rasgos que aporte de tan peculiares actores serán prácticamente inéditos, puesto que poco sabemos de las vidas reales de D. Manuel y Dª Celsa, si bien la dificultad estará en discernir qué hay de cierto en las páginas escritas por el novelista o qué parte es la figurada.
La historia termina en tragedia tanto en la novela como en la realidad pues un toro de Miura, de nombre Perdigón, acabó con la vida de El Espartero en la plaza de toros de Madrid cuando solo contaba con 29 años de edad.
Leyendo a Blasco Ibáñez se reflexiona sobre todo esto, y de vez en cuando no viene nada mal.
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