"Remendón", de Fernando Cuadri, en la muleta de Javier Castaño. Foto: Náyade Moncín |
Es la amargura que dejan los premios, Que solo cabe uno. Y a veces hay más. Y no se puede meter a todos. Solo uno. Y sin matices. Uno. El más bravo. Ahora toca definir un concepto tan abstracto como la bravura. Porque el más bravo no siempre ha dado el mejor juego. Pero es el más bravo. Y otros siendo bravos y dando buen juego ni han sido tan bravos como el uno ni han dado el juego del otro. En fin, un lío. Pero tenía que ser uno solo y el más bravo se consideró que fue "Remendón", de Cuadri, hermano de madre del toro del mismo nombre que se llevó el premio del 2010. Un buen toro, que entró tres veces al caballo y fue noble en la muleta de Javier Castaño, aunque muy justo de fuerza tras dejarse la vida en el jaco.
"Esparraguero", de Núñez del Cuvillo, comiéndose la muleta de Talavante. Foto: Carlos Moncín |
El de Cuadri se llevó el premio, merecido sin duda, pero hubo más. No se puede uno olvidar de "Esparraguero", ese toro jabonero de Núñez del Cuvillo con el que Alejandro Talavante elevó el toreo a la categoría de arte hasta colocarlo en unas cotas inimaginables y al que hubiera cortado el rabo en el caso de haber acertado con la tizona. Ese toro, "Esparraguero", era una máquina de embestir, que tenía movilidad, tranco y transmisión. El toro ideal para torear, pero ¡ay, amigos! su pelea en el arre fue discreta y se rajó al final de la faena. Fue un gran toro, superior en la muleta a "Remendón", pero no fue tan bravo y por eso se quedó en la Galería de Toros Ilustres pero no obtuvo el premio.
"Argelino" de Bañuelos en la muleta de Alberto Álvarez. Foto: Náyade Moncín. |
El tercer toro que pudo merecer ser premiado por su transmisión y nobleza fue "Argelino", de Antonio Bañuelos, un ejemplar negro, corrido en quinto lugar el día 8 de octubre, al que Alberto Álvarez le cortó una oreja. Un astado de gran clase aunque tenía el defecto de tardear en el tramo final de la faena.
Tres han sido pues los toros para el recuerdo de la recién clausurada Feria del Pilar, pero ha habido otros que han sido buenos. Por ejemplo "Florero", de Ana Romero, lidiado por Abellán en segundo lugar. Un toro que tenía recorrido y que tragándole iba bien por el pitón izquierdo.
Bañuelos mandó un encierro muy completo, con nivel muy alto, al que le sirvieron cuatro toros y que podía haber sido de premio si no hubiese estado tan desigual de presentación y adolecente de falta de fuerza en algún toro lidiado.
Núñez del Cuvillo también cumplió de sobras, pues aparte del citado "Esparraguero", mandó a La Misericordia otro toro que fue lidiado por El Fandi en cuarto lugar, que se arrancaba de largo y era bueno en la muleta, pero al que casi no pudimos ver. En ese encierro hubo también otro toro, lidiado por Manzanares en segundo lugar, muy encastado pero que terminó rindiéndose ante el mando del alicantino.
Alcurrucén envió un encierro muy parejo y muy bien presentado en el que destacó el juego de "Fusilero", lidiado en quinto lugar por Juan Bautista, noble y con buena condición que se fue entero al desolladero. No desmereció del conjunto "Empeñado", al que Leandro toreó muy despació mientras duró, que fue poco, por cierto.
Para finalizar comentar que de los seis toros enviados por Cuadri pudieron servir los cuatro que saltaron al ruedo inicialmente, dando pocas opciones quinto y sexto. Una corrida de toros seria, completa y cuajada, muy de Cuadri, que se alzó también con el premio a la Corrida Mejor Presentada del abono, con lo cual esta ganadería ha arrasado en Zaragoza y se ha llevado los dos premios en liza como consecuencia del trabajo de Fernando Cuadri y su familia, ganaderos que también son aficionados y piensan en la Fiesta y sus componentes, público incluido, y no solo en empresarios y toreros. ¡Enhorabuena!.
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