jueves, 13 de mayo de 2010

Del casi nada a la nada en la 8ª de abono en Madrid

Los toros desde el sofá

Compadezco a quienes hoy se han sentado en los tendidos de Las Ventas en Madrid porque la corrida no ha podido ser peor y han debido de pasar mucho frío. Al menos desde el sofá, con la cervecita y las patatas fritas, el asunto era más llevadero.
El sentido de la negación de todo principio estético que conduce a la autodestrucción estaría dentro del nihilismo negativo que hoy ha invadido el ruedo madrileño. No ha habido toros ni toreros. ¿Se puede pedir menos?. Esta corrida no sería reseñada ni por el más minucioso de los analistas en circunstancias normales. La hoja con sus apuntes iría de la plaza directamente al cubo de la basura, pero la alternativa de José Manuel Más la convertirá en histórica: 13 de mayo de 2010, toros de Parladé con Diego Urdiales de padrino y Matías Tejela como testigo de la ceremonia. Pocos de los amantes del dato reflejarán el petardo. Los toros no han tenido ni casta ni fondo, aguantaban doce o quince muletazos y luego se consumían rápidamente hasta resultar imposibles para unos toreros que no supieron aprovechar esas pocas embestidas.

José Manuel Más tomaba la alternativa y le ha brindado el descastado toro, de manera emotiva, a su madre. ¡Cuantas cosas habrán pasado por la cabeza de ambos en esos instantes!. El nuevo matador ha estado despegado, toreando por arriba, dejándose puntear la muleta y en ocasiones a merced de un toro sin clase alguna. Con el sexto ha sufrido dos desarmes con el capote y uno con la muleta. Ha iniciado la faena en los medios con cierto interés y luego todo se ha diluido en la vulgaridad como un azucarillo en un café solo. Y si no me equivoco, no tiene otra en la feria.

El padrino en el festejo era Diego Urdiales que ha tenido su momento ante el cuarto, un toro que ha derribado al piquero y que mostraba un comportamiento noble y hasta dulce, pero era de corto metraje y el torero no se ha dado cuenta hasta el final, cuando la cosa no tenía remedio. Se le ha ido el toro entero con sus quince muletacitos al desolladero. Al final lo ha intentado por ambos pitones pero la fiesta se había acabado. Se habían apagado las luces, la orquesta desmontaba el equipo y la brigada municipal pasaba la barredora. No había más.

Matías Tejela, el tercero en discordia y nunca mejor dicho, no se pone el mono de trabajo ante el noble tercero que no termina de emplearse, tira líneas toreando a media alturita, al hilo del pitón a veces y cruzándose mucho con arrimón incluido al final. En fin, ni bien ni mal sino todo lo contrario. Ante el quinto, un toro sin fondo y descastado, el espada ha estado sin sitio, insulso, manejando únicamente la mano derecha y dando los pases como si trabajara en una cadena de montaje, automáticamente, sin alma ni corazón ni vida. Y aún encima ha matado mal.

En fin, me parece que he utilizado demasiadas líneas para decir que la corrida ha sido un fiasco.




4 comentarios:

  1. PAco, tiene mucho mérito escribir tan bien la crónica de una corrida tan mala.

    Yo, después de verla, ni he tenido ganas de escribir sobre semejante pestiño. Saludos

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  2. Bueno, ha habido que tirar de oficio, pero la verdad es que cuando me he puesto no sabía si sería capaz de escribir tres líneas. Mala de solemnidad.
    ¿Sabes algo de los novillos de Flor de Jara del domingo?
    Hasta la noche

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  3. No se nada de los de Flor de Jara. La verdad es que tengo ilusión por ver la novillada del Domingo, por la ganadería y por volver a ver a Miguel Cuartero después de lo del año pasado.

    ¿Hasta la noche? Paco, creo que te confundes de persona. Esta noche si puedo iré a Villanueva de Gállego a ver el toro embolado, aunque no soy muy de festejos populares, me han invitado y tengo curiosidad por verlo en directo.

    Saludos

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  4. Hasta la noche lo decía únicamente por comentar la corrida de Madrid desde el blog

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