¡Con la cabeza bien alta Sr. Moreno Silva!

El pasado lunes día 17 se lidió en Las Ventas de Madrid una novillada muy seria de Moreno Silva que ofreció las dos caras de la moneda: En el lote bueno colocaríamos a los corridos en 1º, 2º, 3º y 6º lugar, mientras que los garbanzos negros saldrían en 4º y 5º puesto.

Y desde entonces se ha desatado la controversia. Los aficionados que muestran sus opiniones en los blogs coinciden prácticamente con unanimidad en que la novillada fue enorme, con casta de la buena y de la mala y hasta alguno con bravura. Una novillada exigente que requiere toreros que llegan a Madrid colocados en la primera feria del mundo y se supone que con el oficio aprendido por estar próxima su alternativa.

Por contra los toreros y alguno de sus entornos más próximos sólo valoran el comportamiento de los novillos lidiados en 4º y 5º lugar para ensañarse contra el ganadero y sus productos, sin tener en cuenta ni las buenas cualidades de los otros cuatro astados ni las malas artes empleadas por quienes se vistieron de seda y oro, especialmente Paco Chavez y Antonio Rosales.

Alguna crítica se ha cebado con Moreno Silva aplicando a sus novillos calificativos durísimos solo por echar una corrida cuajada y encastada con sus virtudes y defectos. Curiosamente se prepara un examen difícil, pues el éxito en la primera plaza del mundo no puede ni debe ser barato, y que exigía haber estudiado antes, y ante el suspenso rotundo de los aspirantes se pone de vuelta y media al examinador que ha estado a la altura de lo que se le demandaba. ¿De verdad es eso lógico?.

Con el debate abierto se debe plantear el tipo de festejo que queremos para ya mismo. Profesionales y adláteres demandan una Fiesta actual, y eso debe querer decir monoencaste descastado, sosería y falta de emoción pues la casta de los morenosilva se les atraganta, mientras que quienes se sientan en el tendido y pagan su entrada demandan todo lo contrario, entre otras muchas cosas lo que hicieron el lunes los astados de Moreno Silva pues con ellos subiría la afición y la Fiesta no se vería en la situación de peligro en la que se encuentra, no por los antitaurinos sino por los taurinos que buscan, algunos, el engaño al público y la ganancia fácil sin pensar en el futuro. Siempre se ha dicho que la gente del toro quiere el dinero pronto y en la mano.

La novillada de Moreno Silva tuvo mala suerte con sus toreros, pues tres con el oficio aprendido y con el valor necesario hubieran triunfado en Madrid ya que todos tuvieron, al menos, un toro potable.

Qué culpa tiene el ganadero de que Paco Chaves no supiera templar al encastado y repetidor primero ni se decidiera a bajarle la mano en la muleta y que además fuera incapaz de matarlo. Qué culpa tiene el ganadero de que ante el difícil cuarto el torero no tuviese recursos para lidiarlo y por poco se le va vivo también a los corrales.

De qué es culpable el ganadero si Miguel Hidalgo se dejó marchar un novillo guapo y noble que llevaba las dos orejas con imperdibles. De qué se le puede acusar al ganadero si el torero fue incapaz de matar al manso quinto y tuviera que trabajar Florito con sus bueyes.

Qué ha hecho mal el ganadero si Antonio Rosales no tiene el valor suficiente para la profesión y se dejó ir dos buenos novillos por su falta de oficio.

Nos pegamos la vida leyendo libros de Belmonte, contando las hazañas de Domingo Ortega y hablando de Paco Camino con admiración y añoranza de aquellos años, y cuando sale el novillo parecido a lo que toreaban aquellos, ya empezamos con que si estamos en la prehistoria, que si llegó el terror, que si toros asesinos y recursos de ese tipo.

Aclarémonos. U optamos por la Fiesta en su integridad con casta, problemas y espadas con oficio para resolverlos o la Fiesta Bambi descastada de toros podridos y toreros que desconocen lo elemental. Mientras tanto no se amilane ganadero pues con las imágenes de la tele por testigo muchos vimos lo que ocurrió esa tarde en Madrid. Levante la cabeza que puede mirar de frente.