Nos las prometíamos muy felices pero llegó el hombre del mazo. Inaguantable la 6ª de abono con plaza llena en sus dos tercios de sufridores con pedigrí de aficionados de los buenos. Se acabaron los días de "farolillos" de la Feria, Olvidamos a los de Salvador Domecq y Núñez del Cuvillo y la alargada sombra de los Criado, Montalvo y Bañuelos planeó por La Misericordia. ¡Qué habremos hecho en Zaragoza para tener que tragarnos algo así! Y es que los de Valdefresno se han comportado como toros de media casta y han aguado la fiesta por dentro. Se acabó la lluvia en la calle y los de Fraile nos dieron un remojón de casta y emoción por dentro.
Habría cartel César Jiménez después de la espantada médica de Uceda Leal, y con él van de cuadrilla los héroes de Madrid: Casanova y Arruga, el primero arriesga y el segundo está importante y a punto de ser prendido dentro del burladero. El toro es tontón por noble y justo de fuerzas y el torero lo muletea suave pero con poca profundidad. Con mucha limpieza pero sin emoción. Pulcro hasta que el toro se le raja en la fase de redondos. Ni un enganchón. Al final pincha dos veces, lo levanta Arruga y el diestro le receta una trasera un punto caída y tras ser avisado recibe la única ovación de la tarde. Como cuarto le enlotan un toro mansote y sin clase alguna, y el torero da muchos pases hasta que el animal se aburre de embestir y quiere irse a tablas. Mata muy mal y se le silencia después de otro recadito.
Un mulo tonto y noble, protestado de salida se las tiene que ver con Matías Tejela que está aseado y pulcro con la burra de Belén. Plomazo descorazonador hasta que llega un pinchazo como prólogo a una entera desprendida. Silencio. El quinto, nobloncete, atontolinado y rajado se lo brinda a su apoderado Patón. El animal se deja pero con mucha sosería y se va a tablas en cuanto se le obliga. Falta lo principal. Un asco. Todo acaba de dos pinchazos y un bajonazo. Otro silencio.
Nuestro Serranito sustituía a Uceda y recibe a su primero con una larga cambiada de rodillas. Muy bien vuelve a estar Roberto Bermejo en la lidia del manso. En la muleta el toro tiene un calamocheo molesto y huye a tablas. El torero está justo de predisposición para asentar las zapatillas de verdad. Al final tres pinchazos en la suerte natural al manso y un bajonazo infame antes de descabellar. Silencio. El sexto es devuelto precipitadamente por arrastrar los cuartos traseros, un defecto que corrige antes de abandonar el ruedo. Había que cambiar la suerte debió pensar Pasamontes. En su lugar sale un mulo de Los Bayones, noblote pero sin fuerzas que aprieta de salida. Serranito abandona el capote y toma el olivo. Sin comentarios. En el jaco le dan fuerte en la primera vara y está a punto de echarle mano a Roberto Bermejo al quedarse en la cara del tercer par. En la muleta Serranito logra algún natural limpio tras mucho insistir. Con la espada marca dos pinchazos antes de que se muera el toro él solito. Nosotros en el graderío estábamos a punto de hacer lo mismo. ¡Vaya tarde, señores!
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