Una castaña lo de Calatayud

Y todos han puesto de su parte. Todos. La empresa confecciona un cartel "desarraigao", a contraestilo de la plaza, con Salvador Cortés y Tomás Duffau que no pintan nada, y con Oliva Soto más despistado que un guiri en Zarauz, y eso que yo estoy encantado con que lo pongan, pero que sea en septiembre, que hay más seriedad y se le apreciará más su toreo. Y con toros, por favor.

Calatayud en San Roque es un espectáculo en sí mismo que no necesita ver a nadie en el ruedo. Se valen con ellos sólos con sus disfraces, sus camisas, sus bombos, sus charangas y sus cervezas. Lo que pase en el ruedo es accesario y más si como hoy no pasa nada, pero nada de nada. Así que a los de la movida les daría igual que les cambiaran la corrida por una carrera de pollos o por bailes de salón, pues no se enteran de nada, y puestos a no enterarse, es posible que con toreros más bullidores atiendan más, o si son de la tierra, que tienen la misma calidad, al menos, que los que han estado hoy, y así torean algo. No sé, Paulita, Carlos Gallego, Alberto Álvarez o ese mano a mano que ahora está de moda entre Imanol y Cuartero. Vamos a pensar un poco y no sólo en dollares.

Con los toros pasa igual, descastados, deslucidos, flojos, sin opciones, de Sancho Dávila eran, pero podían haber sido de otro cualquiera de la tribu Domecq. Por qué la empresa no elige lo mejor dentro del precio que tengan presupuestado. No lo entiendo. El público se divertiría más, los toreros tendrían más opciones y la empresa tendría más años de contrato. De esta manera los empresarios parece que deciden hacerlo mal, cabrear a todos y así les quitan la plaza. Truco habrá, pero no lo descubro.

Y las cuadrillas, tela marinera, especialmente los picadores, que les da por masacrar al torete de turno aún en contra de las órdenes de su matador, como ha hecho esta tarde Francisco de Borja asesinándole el sexto toro a Duffau pues estaba como ido y fuera de sí y no había manera de que levantara el palo.

Todo un despropósito, ni toros, ni toreros, ni cuadrillas, ni público. Suenan las trompetas del Apocalipsis. Y mira que lo decimos veces, pero les puede el "mardito parné".

Si quieren leer la crónica "oficial" les remito a Burladero.com