lunes, 12 de octubre de 2015

EL HOMBRE VENCE AL CABALLO


En un pueblo de Huesca llamado Lanaja, mantienen la tradición de enfrentar en una carrera brutal al Hombre contra el Caballo, en la que unas veces vence el racional y otras el equino. Y algo similar debió pensar el productor Simón Casas para Zaragoza en el día de la Patrona, con resultado de tres a uno a favor del hombre, en una tarde emocionante pero cuyo formato, a mi juicio, es revisable por elegir un calificativo no demasiado incisivo contra el evento.


Abría plaza Diego Ventura, que ha tenido una actuación “in crescendo”, desde su “silencio” en el primero, de Hermanos Sampedro, un animal parado pitado en el arrastre, hasta la “oreja” del quinto (Los Espartales) pasando por la “ovación” ante el tercero de Carmen Lorenzo, ambos astados potables y con opciones de triunfo. Lo mejor del rejoneador itálico-lusitano llegó a lomos de Nazarí, un caballo que torea a dos pistas con templanza y no rehuye la cara del toro. Si no hubiera pinchado al tercero se hubiera llevado algún despojo más, pero al no ser así ha tenido que conformarse con el apéndice del quinto.

A pie contra el caballo estaba El Juli, inédito ante el desclasado segundo, de Garcigrande, pero enorme ante dos excelentes ejemplares, uno de Daniel Ruiz, premiado con la vuelta al ruedo, y otro de Alcurrucén, incierto de salida pero noble y repetidor en la flámula de Julián. En ambos toros el espada le ha quitado la razón a sus contrarios: Manda, baja la mano, tiene valor y cañonea con la tizona, si bien en el sexto se le fue a los blandos y por eso el sr. Presidente no le concedió la oreja, recordándole al torero que no debe enfadarse por no obtener el segundo trofeo pues Zaragoza es plaza de primera. Bien por el sr. Palomo en el palco y bien también por El Juli en el albero toreando con temple y quietud, demostrando que las figuras lo son porque se lo ganan en el ruedo, con oficio y exposición, en este caso ante dos buenos toros, magnífico ese “Pescadero” de Daniel Ruiz, bravo y exigente en el caballo, y el de Alcurrucén, noble en la muleta.

En fin, segunda buena tarde en Zaragoza con un experimento de Hombre contra Caballo que espero se quede para Lanaja y que a La Misericordia vengan toreros o rejoneadores, pero juntos ya es suficiente con el cartel de hoy.

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