Ignacio Zorita es un experto jugador de guiñote. Controla sus cartas, las de su compañero y las de sus rivales. Cuenta los triunfos, se descarta de lo que se queda su pareja y al final lanza la artillería para llevarse las diez de últimas y si es posible la partida.
Puro catón, táctica aprendida en Illueca, al final coto y café que pagan los rivales. Chapeau.
Algo similar debió pensar para el asalto a La Misericordia. Táctica de últimos diez segundos en baloncesto. Sangre fría y al despacho de la Plaza de Toros. Con un par. Zorita ya está más adentro de la poltrona pues adentro ya estaba.
Frío y calculador, como un león herido del Serengueti, Ignacio se curó de las heridas recibidas en la contratación del año 2009 y volvió a la carga con un jaque pastor. Juego de cintura, recorte en el borde del área y leve toque con la punta de la bota. Gol que firmaría el mismo Messi.
Habría que haber visto las caras de los Serolos valencianos y de los donostiarras Choperas. Zorita cabalga de nuevo después de su travesía del desierto, de sus doce meses de penitencia. Se lo ha jugado todo a una carta: Parlamento con los Choperitas con Fontecha en el Machu-Pichu y aquí está otra vez, como el Llanero Solitario o como Roberto Alcázar sin Pedrín pero con las llaves del coso de Pignatelli y haciendo lo que ya ha hecho en anteriores ocasiones que es programar la temporada taurina de la capital del Ebro.
Esperemos que Zorita dé lo mejor de sí mismo. Es de los pocos taurinos que son aficionados y les queda un poco de romanticismo. Acuérdese de Frascuelo, de Manolo Sánchez, de Manzanares, de Leandro, de Julio Aparicio, de Morante, de Cayetano, de Curro Díaz, de Morenito de Aranda... en fin, ya me entiende. Suerte.
Digo yo que tb se tendrá que acordar un poco del toro y no solo de toda esa serie de mediocres que ud nombra
ResponderEliminarTiene ud. razón. También se deberá acordar del toro, pero si me permite, no estoy de acuerdo en calificar a ese grupo de toreros que he nombrado como mediocres, aunque respeto que para ud. lo sean. Estamos "gente pa to".
ResponderEliminarY si decía que se acordara de ese grupo de toreros es porque según se dice, para este primer ciclo viene una corrida concurso (Pablo Romero, Prieto de la Cal, Adolfo Martín, posiblemente Ana Romero y María Luisa Domínguez)y otra corrida de Victorino. Es decir, es un ciclo eminentemente torista lo cual traerá toreros que maten estas corridas, lo cual me parece bien, pero como con estas ganaderías los toreros que cito no van a venir, creo que estoy en mi derecho de reivindicarlos para otras ocasiones, pues me consta que también a La Misericordia vamos un grupo de aficionados a los que nos gusta el toro-toro pero también un tipo de toreros que sean capaces de transmitir otra clase de emociones al tendido.
Espero que me entienda. Saludos
Pues mi sincera opinión es que si no hubiese entrado mejor pero CIEN MIL VECES. ¿Porqué no se le exige que cuide un poco más, sólo un poco a los de casa? Tampoco pido favoritismos pero si que se les pueda ofrecer algo diferente a lo de estos años. Cada uno puede dar su versión y yo creo que no falto a nadie, además no es mi estilo. Cuando toreaba su hijo que hubiese dicho si le hubiese ofrecido la de Dolores o la de Miura. Saludos
ResponderEliminarBueno, yo creo que el empresario debe cumplir el pliego de condiciones como obligación, el resto dependerá de su voluntad.
ResponderEliminarEn cuanto a los toreros aragoneses pienso que hay que apoyarles, evidentemente, y sobre todo al principio, como novilleros con y sin caballos, pues una vez que son matadores de toros, en Zaragoza, plaza de primera, deberán estar los mejores, siempre con muchos matices, tratando el asunto desde todas las perspectivas y barriendo para casa en caso de dudas. Lo idóneo sería que quien estuviese en buen momento viniera a Zaragoza.
En este primer ciclo parece que va a haber dos corridas duras y suenan tres aragoneses para despacharlas: El Tato, Serranito y Paulita. No sé que hay de verdad en ello pero si finalmente se anuncian, lo cierto es que pocas opciones tienen para decir que no.