Ayer nos reunimos un grupo de profesionales y aficionados en la Casa de Andalucía, amigos todos, en torno a una mesa y siguiendo la misión que nos había encomendado José Manuel Valero, actual responsable de actividades del Rincón Taurino el Mentidero y heredero de un grande como es Fernando García Terrel en la tarea de difusión de la Fiesta, que consistía en analizar los carteles de la próxima feria taurina de san Jorge, organizados por la empresa Simón Casas Production SA, gestora de la Misericordia.
En la tabla redonda, como buenos caballeros (incluida la dama), me acompañaban, además del citado José Manuel Valero, José Marcuello, ganadero de los Maños; Vanesa Tamarit, de la Peña Taurina La Montera; Antonio Solís, del Tendido Joven; Eduardo Acerete, del Ateneo Cultural y Miguel Cuartero que se unió posteriormente para comentarnos su proyecto consistente en la creación de una Asociación Cultural denominada "Mar de nubes", donde se imparten clases para aficionados prácticos, se ayuda a alumnos de Escuelas Taurinas y se defiende la tauromaquia a través de una Plataforma pro derechos taurinos.
En el coloquio se puso de relieve que la feria de Zaragoza tiene carteles interesantes pero manifiestamente mejorables, sobre todo el de lidia habitual, aunque se es consciente de que se generan abundantes pérdidas económicas que hay que compensar para el Pilar; que se ha acertado con la ganadería de López Gibaja, ganadora de la corrida concurso de 2013 con su toro "Marqués" y que no había vuelto a Zaragoza; que el abanico de hierros participantes debería abrirse y que no se sabe a ciencia cierta qué hace un toro de Bohórquez en el cartel; que el primer ciclo es muy corto y al que le hacen falta al menos dos novilladas picadas y posiblemente alguna sin caballos y que la corrida concurso de ganaderías debe ser un referente mundial para el aficionado que disfruta con el toro bravo, y en la cual, este año, un ejemplar de Los Maños de nombre "Tostadino" saltará al ruedo de Pignatelli a por todas.
Y entre tanto, Rosa Álvarez Halcón, magnífica restauradora de arte y contrastada pintora, nos dibujaba, junto con una de sus alumnas, a los participantes y dejaba para el recuerdo unos trazos inolvidables que la fotografía no puede igualar.
Después, mientras cenábamos junto a un nutrido grupo de aficionados ya habituales, seguimos hablando de toros hasta bien entrada la noche, dando por bueno el habernos perdido la faena de Morante a un toro del Cuvillo al que ayer desorejó en la Maestranza sevillana.
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