El subconsciente de Serolo se manifiesta en la publicidad

Como un espíritu. Así se ha abierto paso el pensamiento de la empresa de La Misericordia en las ondas. Todo ha ocurrido esta tarde, cuando volvía a Zaragoza a eso de las tres y cuarto, pues ha sido entonces cuando he sintonizado el programa deportivo que Jesús Zamora tiene en la COPE. Hasta ahí todo normal. El presentador ha expuesto los contenidos de la emisión para después dar paso a publicidad. Y es entonces cuando ha saltado una cuña anunciando la próxima feria del Pilar, en la cual se destaca la presencia de toreros como El Juli, Perera, Talavante, Castella, El Cid, Fandiño y Hermoso de Mendoza entre otros, no recuerdo a todos; y además se dice que estarán algunas de las mejores ganaderías del momento como Cebada Gago, Ana Romero, Peñajara o Bañuelos.

Lo que leen. Esto es muy significativo, porque la empresa no menciona a toreros que forman parte de cinco o seis carteles o los completan en su integridad a sabiendas de que no tienen tirón para el público, dando por hecho, siempre con matices y teniendo en cuenta caso por caso, que son toreros muy de aficionado, en el mejor de los supuestos, o simplemente que interesan poco al que va a sacar su entrada.

Con los toros ocurre lo mismo: Se dan a conocer las ganaderías de mayor predicamento entre los aficionados y se olvidan de los Martelillas, Gaviras, Danieles Ruiz, Zalduendos y Ramblas que a los únicos que agradan es a los toreros y no a quienes pasan por taquilla que son los que, en teoría, escuchan la publicidad de la radio.

Hasta aquí no hay problema. La empresa anuncia a quienes cree que son los mejores, tanto en toros como en toreros, y cuenta con que sean los que más gente lleven a la plaza. Pero existe una discordancia ya que los espadas de mayor entidad no se anuncian con los astados más sobresalientes. Y eso no lo digo yo, sino la empresa, circunstancia que marca la clave de la situación actual de la Fiesta. Las figuras no matan ganaderías que se muevan o tengan un punto de dificultad por su bravura, sino que aquí apuntan a los de la parte baja del escalafón y el resumen de las crónicas se basa en lo correctos que han estado para lo poco que torean. En cambio, los patas negras del vestido de torear solo se apuntan a productos domecq en sus distintas versiones de toretes parados, boboides, sin fuerza ni casta que van y vienen sin transmisión alguna, aunque de vez en cuando salga alguno bueno, todo sea dicho (como en las otras ganaderías).

Esto es un descuadre. Los matadores de arriba se ponen frente a toros sin reclamo y los toreros modestos se tienen que anunciar con las ganaderías por las que apuesta el aficionado. Visto lo cual y siendo consciente de ello la empresa Serolo, que así lo deja caer en su publicidad, ¿no sería posible que alguien pusiera cordura en todo esto, antes de que los antis nos manden a freir churros?. Por lo menos no les sería tan fácil.