Es habitual que Zaragoza celebre su fiesta del toro con una corrida-concurso programada durante el primer ciclo de primavera. En la capital aragonesa gusta ver al toro bajo el concepto más puro y, hasta la Misericordia, se desplazan aficionados de todo el orbe taurino para admirar el comportamiento de un animal mítico.
En la tarde de hoy ha abierto plaza un Santacoloma de Ana Romero, bien presentado, que actúa fuera de concurso al sustituir al titular de Felipe Bartolomé. Va tres veces al caballo y una más cuando el picador usa la vara de tentar. El tercio de banderillas lo cubre el matador Antonio Ferrera con decoro y con la muleta en la mano se le nota desconfiado por el pitón derecho mostrándose algo más voluntarioso por el contrario. Sin darse coba entra a matar y el público, respetuosamente, no se manifiesta.
En segundo lugar salta al ruedo un toro de Juan Luis Fraile, de sangre Santacoloma, vía Graciliano. Mal picado en dos ocasiones, se arranca una tercera con alegría y otras dos más con la vara de tientas, ofreciendo un espectáculo de bravura, digno de resaltar; pero para la muleta el animal no sirve y todo queda en los deseos de agradar de Serafín Marín, a quién se le silencia tras finalizar su labor.
A continuación el toro de Guardiola Fantoni, que hacía las veces de tercero, es ovacionado cuando aparece en la arena por su buena presentación. Con él se luce Alberto Álvarez a la verónica, pero en el caballo soporta unicamente dos pullazos. Con la muleta en la mano el torero muestra sus ganas de agradar, pero si le obligaba al toro se derrumbaba, por lo que todo queda en una declaración de intensiones con silencio final.
El de Torrestrella, que salía cuarto, ha sido recibido con un buen saludo de capote por Ferrera, posteriormente entra al caballo con alegría hasta en cuatro ocasiones y con los palos en la mano, el matador ofrece un vibrante tercio de banderillas que el público le agradece con una gran ovación. En la muleta, el toro era una máquina de embestir que pedía mano baja. Un ejemplar bravo, noble y con mucha transmisión. Muy del gusto del aficionado, que ha protagonizado un tercio de muleta para el recuerdo. A la hora de matar se tira el torero al morrillo cobrando una entera desprendida. Al final oreja para Ferrera y vuelta al ruedo con honores para el gran toro de Torrestrella; tanto, que pudo ser de vacas.
Acto seguido saltó al ruedo el quinto, de Osborne, que sólo pasó dos veces por la jurisdicción del varilarguero, llegando a la muleta de Serafín Marín muy justo de fuerza, aunque embistiendo con nobleza, lo que le permite al matador estar a gusto con él pero sin tener opciones de triunfo.
Cerraba corrida un ejemplar de Adelaida Rodríguez, muy protestado de salida por su falta fuerza, siendo devuelto a los corrales. En su lugar sale un sobrero de Ana Romero, muy blando, que se arranca tres veces al caballo sin codicia. En el último tercio la ausencia de clase en la embestida del Santacoloma elimina cualquier otro argumento que no pase por las ganas de justificarse del toreo de Ejea de los Caballeros.
Al finalizar la corrida los premios fueron para:
Trofeo al toro más bravo para Infeliz, de Torrestrella.
Trofeo al mejor lidiador para Antonio Ferrera.
Trofeo al mejor picador para Dionisio Grilo de la cuadrilla de Antonio Ferrera, por su labor ante "Infeliz". Ficha del festejo:
Segunda de la feria de San Jorge. Entrada: un cuarto del aforo cubierto. Corrida concurso con toros de diferentes ganaderías, entre los que destacó "Infeliz", de Torrestrella, premiado con la vuelta al ruedo.Antonio Ferrera: Silencio y oreja
Serafín Marín: Silencio y silencio
Alberto Álvarez: Silencio y silencio
Al romperse el paseíllo se guardó un minuto de silencio por los fallecidos Luis Mata, Antonio Palacios, Enrique Asín y Ernesto Gascón.
EL toro de Ana Romero si concursaba, hubo una reunión por la mañana del Jurado y tras su acuerdo y con la autorización del departamento de interior de la DGA se decidió que entrara en concurso sin alterar el orden de lidia.
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