El toreo se pone caro. Los nuevos matadores se arriman
como perros y la vieja guardia no quiere dejarse ganar la pelea. Eso es lo que
ha sucedido hoy en Ejea. Ginés Marín ha salido a por todas y el Pirata ha
enseñado la bandera negra con las tibias y la calavera, mientras Rivera que ha
tenido que salir andando de la plaza ante un lote de pocas opciones.


Francisco Rivera Ordóñez se ha
enfrentado a dos toros de no muchas opciones y ha cortado la oreja del quinto
merced a su buena estocada. Ha estado con ganas de agradar toda la tarde,
aunque se le veía debajo de la media un vendaje en un gemelo que quizá le haya
mermado las facultades.
Ginés Marín sustituía a Roca Rey y lo cierto es que lo ha hecho con la máxima dignidad. Sus prometedores inicios con los novillos los confirma con el toro queriendo hacerse un hueco entre las figuras al igual que lo han hecho otros compañeros de reciente alternativa. En Ejea ha exprimido a sus dos toros a base de voluntad, entrega y valor, dejándose tocar la taleguilla en varios momentos de la lidia. Quiere y puede este torero de prometedor futuro y toreo vertical que ha arrancado la oreja de su primero, tras escuchar un recado presidencial, y las dos del que cerraba festejo, saliendo junto a Padilla a hombros de la plaza.

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