lunes, 29 de julio de 2013

La épica de "Venturita"


Fue el pasado sábado en Santander y actuaba a las órdenes del navarro Francisco Marco (antes Marquitos). Con una "lista" corrida de Victorino. Era el cuarto de la tarde y ahí salió Venturita dispuesto a cuadrar en la cara del "santa coloma", que estiró la gaita en el embroque haciendo presa en el banderillero que, afortunadamente, solo recibió un varetazo en el muslo aunque su vestido, grana y azabache, resultase destrozado.


Con el hombre en el suelo, la bestia lo buscó y piso propinándole un tremendo palizón, pero ahí llegó lo grande: Rodeado de compañeros que exploraban el roto en busca de un vaso partido, Venturita no se miró y pidió un nuevo par de rehiletes. El toro lo esperaba y el garapullero se fue por el otro pitón clavando en todo lo alto mientras se asomaba al balcón y salía andando de la suerte. Al instante llegó a las tablas para pedir su capote de brega, enrabietado y dolorido, pero orgulloso de haberse sentido torero y de protagonizar uno de los momentos más épicos y trascendentes de la feria de Santander de 2013.

Al público le llegó muy profundamente ese gesto de hombría y torería de un hombre de plata pero con el corazón de oro que fue capaz de trasladarnos a otras tauromaquias inexistentes de las que oimos hablar en las crónicas de los revisteros antiguos y le correspondió con "una sentida ovación".

 El toreo existe, pensamos muchos, aunque algunos se empeñen en ocultarlo.

Fotos: Arjona

No hay comentarios:

Publicar un comentario