Hoy se celebraba en Teruel, como preludio a la Feria del Ángel, la corrida que conmemora el 75 aniversario de la construcción de la actual Plaza de toros. Entonces hicieron el paseíllo Nicanor Villalta, Armillita y Domingo Ortega para despachar astados de María Montalvo; y hoy lo hacían Pablo Hermoso de Mendoza a caballo y Miguel Abellán junto a Alejandro Talavante a pie, con toros de Los Espartales y Vellosino respectivamente.
La corrida ha sido un festejo estándar en estos últimos años, como les gusta a los toreros pero para nada al público y desconozco la opinión de los ganaderos. Planitud total. No pasa nada. Todo bajo control de quienes dominan la fiesta y dentro de unos parámetros establecidos, pero sin emoción. Todo ello nos aproxima peligrosamente al tedio y después nos preguntaremos por qué no va la gente a las plazas, en fin de verde y con bigote: guardia civil.
Pablo Hermoso se ha encontrado con dos toros nobles pero que han apretado poco, por eso el rejoneador ha estado sobrado ante su suave primero y hasta con ganas, manejando bien los espacios y los tiempos, y dando sitio a caballos nuevos o recuperados de cogidas como Pata Negra, por lo que de haber manejado bien los aceros hubiera paseado oreja, como lo ha hecho en el cuarto, la única que se ha cortado en toda la tarde, después de haber estado correcto y entregado, dejándose llegar mucho los toros y colocando un par de banderillas cortas a dos manos con mucho mérito, pues el toro estaba muy parado. Al final ha sido el triunfador de la tarde.
Abellán ha dejado patente su entrega y poco más. Ante su primero ha tenido que manejar la muleta a media altura. Toreo académico un poco fuera de cacho. El toro iba y venía con suavidad y el torero le colocaba la muleta. Si el estoque hubiera caido bien es posible que hubiera sido premiado, pero como no fue así, todo quedó en ovación. Ante el quinto instrumentó los mejores muletazos de su haber y de la tarde, fueron dos, por el lado derecho y arrastrando la bamba por la arena de Teruel. Ahí se acabó todo. Por el izquierdo el toro se ve sometido y se raja, huyendo literalmente de los cites de Abellán. Lo que hemos dicho: Entrega y mal uso de la espada.
Cerraba cartel Alejandro Talavante, que sustituía a El Juli y ha sorteado en primer lugar un toro al que le costaba tragarse los muletazos, y más porque el diestro no se ha puesto en el sitio en ningún momento. Sin darse mucha coba acorta tiempos y lo pasaporta de media, dos pinchazos y tres descabellos.
Ante el 6º, el mejor de la tarde pues se iba más de largo, se ha visto desbordado por la bravura del animal en algún momento de su labor. En su quehacer lo ha probado por ambos pitones pareciendo estar más a gusto por el derecho, pero la faena no ha levantado vuelo y tras matar mal de nuevo, vuelve a ser silenciado.
La corrida ha sido un festejo estándar en estos últimos años, como les gusta a los toreros pero para nada al público y desconozco la opinión de los ganaderos. Planitud total. No pasa nada. Todo bajo control de quienes dominan la fiesta y dentro de unos parámetros establecidos, pero sin emoción. Todo ello nos aproxima peligrosamente al tedio y después nos preguntaremos por qué no va la gente a las plazas, en fin de verde y con bigote: guardia civil.
Pablo Hermoso se ha encontrado con dos toros nobles pero que han apretado poco, por eso el rejoneador ha estado sobrado ante su suave primero y hasta con ganas, manejando bien los espacios y los tiempos, y dando sitio a caballos nuevos o recuperados de cogidas como Pata Negra, por lo que de haber manejado bien los aceros hubiera paseado oreja, como lo ha hecho en el cuarto, la única que se ha cortado en toda la tarde, después de haber estado correcto y entregado, dejándose llegar mucho los toros y colocando un par de banderillas cortas a dos manos con mucho mérito, pues el toro estaba muy parado. Al final ha sido el triunfador de la tarde.
Abellán ha dejado patente su entrega y poco más. Ante su primero ha tenido que manejar la muleta a media altura. Toreo académico un poco fuera de cacho. El toro iba y venía con suavidad y el torero le colocaba la muleta. Si el estoque hubiera caido bien es posible que hubiera sido premiado, pero como no fue así, todo quedó en ovación. Ante el quinto instrumentó los mejores muletazos de su haber y de la tarde, fueron dos, por el lado derecho y arrastrando la bamba por la arena de Teruel. Ahí se acabó todo. Por el izquierdo el toro se ve sometido y se raja, huyendo literalmente de los cites de Abellán. Lo que hemos dicho: Entrega y mal uso de la espada.
Cerraba cartel Alejandro Talavante, que sustituía a El Juli y ha sorteado en primer lugar un toro al que le costaba tragarse los muletazos, y más porque el diestro no se ha puesto en el sitio en ningún momento. Sin darse mucha coba acorta tiempos y lo pasaporta de media, dos pinchazos y tres descabellos.
Ante el 6º, el mejor de la tarde pues se iba más de largo, se ha visto desbordado por la bravura del animal en algún momento de su labor. En su quehacer lo ha probado por ambos pitones pareciendo estar más a gusto por el derecho, pero la faena no ha levantado vuelo y tras matar mal de nuevo, vuelve a ser silenciado.
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